viernes, agosto 08, 2014

El poder del Reiki

En 1937 Hawayo Takata, una mujer hawaiana de ascendencia japonesa, trajo a Occidente uno de los secretos mejor guardados del país de sus antepasados. Aquejada de varias enfermedades tanto pulmonares como gastrointestinales, aquella mujer volvió a Tokyo con sus padres para, entre otros asuntos, procurarse atención médica adecuada.
Cuenta la leyenda que en la mesa de operaciones, donde el cirujano ultimaba los preparativos para extirparle el apéndice, Takata comenzó a escuchar una voz. Una voz que susurraba: «no necesitas esta operación». Decidida, Takata renunció a la cirugía y en su búsqueda de terapias no invasivas encontró la milenaria técnica del Reiki. Cuando su delicado estado de salud fue evolucionando favorablemente, y tras la II Guerra Mundial, Takata volvió a Hawaii y enseñó lo aprendido durante 30 años. Así, el archipiélago estadounidense fue la puerta de entrada a Occidente de esta técnica milenaria.
Hoy en España cada vez son más las personas que practican reiki, o conocen a alguien que ha recurrido a él. El escepticismo científico alrededor de esta disciplina, calificada como simple placebo o técnica de relajación durante años, contrasta ahora con el hecho de que personal sanitario de hospitales como el Doce de Octubre o el Ramón y Cajal hayan recibido cursos de Reiki para ofrecérselo a diversos pacientes.
En idioma japonés reiki significa «energía vitual universal». Considerada como una terapia alternativa, pocos usuarios saben explicar al detalle en qué consiste. A priori, el Reiki es una técnica en la que el terapeuta canaliza energía vital (ki) del exterior y la proyecta hacia sí mismo o hacia otras personas. Esa energía desbloquea las zonas del receptor en las que el ki ha quedado enquistado y ha contribuido a crearle un mal anímico o de salud.

Más información:

No hay comentarios: