sábado, febrero 23, 2013

El proyecto Naci para bombardear New York

Un ingeniero llamado Eugen Sänger desarrolló un prototipo de avión capaz de albergar una bomba que podría haber arrasado Manhattan. Este denominado pájaro de plata formó parte del proyecto «Amerika Bomber», por el que el Ministerio del Aire Nazi quería obtener un bombardero de largo alcance que fuera capaz de alcanzar Estados Unidos desde Alemania.




El artefacto en cuestión empezó a gestarse en la tesis del joven Sänger, que fue rechazada en 1928, según la revistaIo9. A pesar de ello, continuó trabajando en secreto en su proyecto hasta 1933. El avión que describe se asemeja mucho a uno convencional, pero propulsado por un cohete de gasolina y oxígeno líquido. El avión llegaría a alcanzar una velocidad de 6.200 mph (Mach 10) y podría volar a altitudes de entre 37 y 43 millas, tendría las alas afiladas y debería ser lo más ligero posible. Se adelantó a su época, todas estas descripciones coinciden con el avión de investigación X-15, que se desarrolló en los sesenta.



Cohete bombardero

Sänger llamó a su proyecto «Raketenflugtechnik», pero no conseguía que fuera editado hasta que al final asumió el coste de su publicación, hoy considerada una de las fundadoras de la astronáutica moderna. En 1933 presentó su propuesta del cohete-bombardero al Ministerio de Defensa Austriaco. En ella no entraba en destalles estructurales, pero afirmaba que conseguiría un «vuelo de 5.000 kilómetros, que se llevará a cabo en alrededor de 5.000 segundos a una velocidad media de crucero de 1.000 metros / segundo o 3.600 kilometros / hora».



Entre los años 1938 y 1939 Sänger y su esposa, Irene Bredt, continuaron trabajando en su bombardero antipodal. Construyeron una maqueta de hierro con diversas variaciones con respecto al primer diseño del bombardero motorizado por cohete sub-órbital. Al denominado pájaro de plata, los ayudantes de Sänger le pusieron entonces el apodo de la «plancha», por su curvatura superior y su planicie inferior.



Hacia 1943, Sänger and Bredt habían finalizado el diseño del pájaro de plata. Incorporaría nueva tecnología de cohetes y el principio de levantamiento de masa. En el medio del avión estaría la bodega con bombas que podrían pesar hasta 30 toneladas. Sería capaz de volar grandes distancias por pequeños rebotes en las capas superiores de la atmósfera y soltar las bombas en los momentos más bajos, como al alcanzar Manhattan y después continuar alrededor del mundo hasta volver a su lugar de despegue, donde podría aterrizar.



Afortunadamente para Nueva York el bombardero antipodal nunca salió de la mesa de dibujo. Pero su historia no acabó aquí, ni con el final de la guerra. Pasó a manos soviéticas, quienes la estudiaron detenidamente para usarla contra Estados Unidos, pero volvieron a descartar el proyecto por inviable.

Siempre hubo agua en la Luna

Científicos de la Universidad de Michigan han encontrado numerosos rastros de agua en rocas de la corteza lunar recogidas por los astronautas de las misiones 15,16 y 17 en lo que se conoce como las tierras altas de nuestro satélite, las colinas lunares. Los científicos creen que estas zonas representan la corteza original y cristalizada de un océano de magma que la Luna poseía en sus comienzos, por lo que deducen que el agua ya estaba allí entonces. Estos resultados, que aparecen publicados en la revista Nature Geoscience, parecen contradecir la teoría predominante de la formación lunar a partir de los desechos generados durante un colosal impacto entre la Tierra y otro cuerpo planetario del tamaño de Marte.




«Debido a que estas son algunas de las rocas más antiguas de la Luna, se infiere que el agua estaba allí cuando se formó», afirma Youxue Zhang, responsable de la investigación. A su juicio, con la teoría popular de la formación de la Luna es difícil de explicar la existencia de agua en su corteza. Si se hubiera producido el choque entre la Tierra y el objeto celeste, del que posteriormente surgiría la Luna, «el material expulsado caliente debería haber sido desgasificado casi por completo, lo que elimina toda el agua», dijo Zhang.



En los últimos cinco años, las observaciones de naves espaciales y mediciones de laboratorio de nuevas muestras lunares de las misiones Apolo han anulado la antigua creencia de que la Luna está completamente seca.



En 2008, la medición en laboratorio de esas rocas encontraba pistas químicas relacionadas con el agua. Un año después, la sonda de la NASA de Observación de Cráteres Lunares (LCROSS), se estrellaba contra un cráter permanentemente en sombra lunar y provocaba la expulsión de una nube de material sorprendentemente rico en agua helada. También se han detectado hidroxilos en otras rocas volcánicas y en el regolito lunar, la capa de polvo y de fragmentos de roca que cubre su superficie.



En el último trabajo, los investigadores han utilizado espectroscopia infrarroja para analizar el contenido de agua en los granos de plagioclasa feldespato de anortositas lunares, rocas altas compuestas de plagioclasa en más de 90 por ciento y que se cree se formaron en la historia temprana de la Luna. Los científicos detectaron alrededor de 6 partes por millón de agua en las rocas.



«El descubrimiento sorpresa de este trabajo es que en las rocas lunares, incluso en aquellas formadas por minerales libres de agua, como las plagioclasas, se ha podido detectar la presencia de agua», explica el equipo. Esa agua no es líquida, sino grupos de hidroxilos distribuidos dentro de la venta del mineral.



El hallazgo demuestra que el interior de la Luna contiene agua de forma significativa desde sus comienzos, antes de que la costra se solidificara, y puede haber jugado un papel clave en el desarrollo de basaltos lunares.

El Yeti existe

“DeNovo Scientific Journal”, una revista de Estados Unidos de la que no se tenían noticias, ha publicado la investigación liderada por Melba S. Ketchum, que afirma que el Bigfoot es el descendiente de un cruce entre machos de esta supuesta especie de homínido y hembras de homo sapiens hace 15.000 años.




En noviembre del año pasado, Ketchum, exveterinaria de Texas, anunció que las pruebas confirmaban la existencia del legendario Bigfoot real, fruto de un cruce con humanos hace 15.000 años. Ketchum afirmaba que el “norteamericano Sasquatch es un híbrido resultado del apareamiento entre machos de una especie de homínidos desconocidos y homo sapiens femeninas”.



La comunidad científica respondió con el escepticismo que rodea a este asunto, máxime cuando su investigación no había aparecido en ninguna revista científica. Todd Disotell, de la Universidad de Nueva York, desestimó la teoría de Ketchum, porque hay muchos más de 15.000 años de diversidad genética entre los humanos.



Pero el estudio ha sido finalmente publicado por el equipo que dirige Ketchum. El artículo "Novel North American Hominins: Next Generation Sequencing of Three Whole Genomes and Associated Studies" ha visto la luz en “DeNovo Scientific Journal”, una revista creada ex profeso para dar a conocer la investigación y que cobra 30 dólares por el ejemplar. Sin embargo, y lejos de resolver el enigma, la investigación plantea más preguntas que respuestas.



El trabajo, en efecto, recoge 1.100 muestras de presuntos Bigfoot: cabello y otros restos. En la recolección participaron decenas de personas en 34 lugares de América del Norte. Las muestras del pelo se compararon con otros animales comunes y no coincidieron. Las conclusiones de Ketchum fueron que estábamos ante dos ADN, uno inequívocamente humano y el otro de homínido.



Benjamin Radford, editor adjunto de la revista científica “Skeptical Inquirer”, señala como posible interpretación que las muestras estén contaminadas por la poca pericia forense de los recolectores de pruebas. Aunque el estudio explica que se tomaron todas las precauciones para minimizar la contaminación en el laboratorio, se obviaron algunas posibilidades de que las muestras se degradaran en origen.



El estudio de Ketchum había sido rechazado por otras revistas científicas. Ahora cierto misterio rodea a “DeNovo Scientific Journal”, una publicación desconocida y sin prestigio en círculos científicos.



Origen humano

Pendiente queda además la investigación que un grupo de científicos de la Universidad de Oxford, junto a expertos del Museo de Zoología de Lausana, en Suiza, resolvieron realizar el año pasado sobre supuestos restos orgánicos de este enigmático ser.



Son muchos los nombres que se han dado a esta supuesta criatura: Yeti, Bigfoot, Sasquatch, migoi... pero todos se refieren al mismo tipo de criatura, avistada en distintas zonas del mundo como el Himalaya, Norteamérica o las zonas montañosas de América del Sur. Abundan también los testimonios de lugareños que afirman haberse topado con un humanoide, cubierto de pelo, que se da a la fuga en cuanto se le divisa.



La leyenda actual comienza en 1951, a la vuelta de una expedición al Everest que había conseguido fotografiar huellas de un pie enorme sobre la nieve. A partir de ese momento las noticias sobre el Yeti se multiplicaron en la zona. Pero también crecieron las informaciones sobre seres similares avistados en otros lugares del planeta. Pero los análisis más rigurosos llevados a cabo hasta el momento apuntan a un origen totalmente humano de los restos analizados.

Las funetes hidrotermales más profundas hasta la fecha





Un equipo de científicos ha revelado los detalles de las fuentes hidrotermales (o fumarolas) más extremas del mundo, situadas a 5 kilómetros de profundidad en una grieta en el fondo del mar Caribe. Estos chorros calientes submarinos, 0,8 kilómetros más profundos que los conocidos hasta el momento, pueden superar los 450°C, y disparan agua mineral a una distancia de un kilómetro hacia la superficie. A pesar de estas condiciones extremas, las fumarolas están llenas de ejemplares de una nueva especie de camarón, que posee un órgano sensible a la luz en su parte posterior. Además, tras haber encontrado aún más fumarolas en una montaña submarina cercana, los investigadores sugieren que los respiraderos de aguas profundas pueden estar más extendidos de lo que se pensaba. El equipo de investigadores del Centro Nacional de Oceanografía en Southampton (Reino Unido), que ha llevado a cabo el estudio, publicado por ‘Nature communication’, descubrieron los respiraderos durante una expedición en abril de 2010, a bordo del Royal Research Ship James Cook. Para su investigación utilizaron el robot submarino del Centro Nacional de Oceanografía, llamado Autosub6000, y el vehículo de buceo profundo, HyBIS -fabricado por la firma británica Hydro-Lek- para localizar y estudiar las fuentes hidrotermales situadas a una profundidad de cinco kilómetros en la depresión Caimán, una grieta volcánica submarina al sur de las Islas Caimán. Las fumarolas, llamadas por el equipo Beebe Vent Field, en honor al primer científico que se aventuró en las profundidades del océano, expulsan chorros de líquido caliente inusualmente ricos en cobre, y disparan chorros de agua cargada de minerales a una distancia cuatro veces mayor que otros respiraderos de aguas profundas. Aunque los científicos no fueron capaces de medir la temperatura directamente, estas dos características indican que los respiraderos más profundos del mundo pueden superar los 450°C. Según el estudio, “estas fuentes hidrotermales pueden ser uno de los pocos lugares en el planeta donde estudiar las reacciones entre las rocas y los fluidos a temperaturas y presiones extremas”. Nuevas especies animales Además, el equipo halló una nueva especie de camarón pálido cuyos miembros se encontraban congregados en hordas (de hasta 2.000 camarones por m2) en torno a las columnas de minerales de seis metros de altura que expulsan las fumarolas. A falta de ojos normales, los camarones tienen, en cambio, un órgano sensible a la luz en su parte trasera, que los ayuda a navegar a través del débil resplandor de las aguas profundas. Los investigadores han denominado a esta nueva especie de camarones Rimicaris hybisae, por el nombre del vehículo que se utilizó para recogerlos. Estos camarones están relacionados con una especie llamada Rimicaris exoculata, que se encuentra en otras fumarolas a 4.000 kilómetros de distancia, en la dorsal mesoatlántica. Por otro lado, en otros lugares de Beebe Vent Field, el equipo observó cientos de anémonas de tentáculos blancos sobre las grietas por donde se filtra el agua caliente del fondo del mar. El autor del estudio, Marino Copley ha afirmado que el estudio de las criaturas de estas fumarolas, y su comparación con otras especies que viven en fuentes hidrotermales en otras partes del mundo, ayudará a entender cómo estos animales se dispersan y desarrollan en las profundidades del océano. Los investigadores también encontraron fumarolas en las laderas superiores de una montaña submarina llamada Dent. La montaña Dent se eleva casi tres kilómetros sobre el lecho marino de la depresión Caimán, aunque su punto más alto se encuentra aun a tres kilómetros por debajo de la superficie. “Encontrar fumarolas en la montaña Dent fue una completa sorpresa”, afirma Connelly. Debido a que las montañas submarinas, como Dent, son muy comunes en los océanos, el descubrimiento sugiere que las fuentes hidrotermales podrían estar más extendidas de lo que se pensaba. Las fumarolas de la montaña Dent también están atestadas de la nueva especie de camarón, así como de peces con aspecto de serpientes y especies nunca antes vistas de caracoles y anfípodos. La expedición británica siguió los pasos de una expedición estadounidense realizada en noviembre de 2009, que detectó las columnas de agua en la depresión Caimán. Ahora, una segunda expedición, también estadounidense, está utilizando un vehículo de buceo profundo operado por control remoto para seguir investigando estas fumarolas y, por otro lado, el equipo del Reino Unido también tiene previsto regresar a la depresión Caimán en 2013, con Isis, un vehículo del Centro Nacional de Oceanografía operado a control remoto, que puede trabajar a profundidades de hasta seis kilómetros.

La cerveza puede mejorar la osteoporosis

La cerveza es una fuente de silicio, un mineral implicado en la formación de hueso y cartílago, por lo que su consumo moderado podría prevenir la aparición de osteoporosis, una disminución progresiva de la masa ósea que hace que los huesos se vuelvan frágiles como el cristal y propensos a sufrir fracturas. No obstante, no todas las cervezas tienen el mismo efecto. Las más beneficiosas son las que contienen lúpulo y leche de malta, según revela un nuevo estudio realizado en la Universidad de California y publicado en el último número de la revista Journal of the Science of Food and Agriculture.




Además de silicio -presenta también en el agua, los cereales y las verduras-, la cerveza aporta carbohidratos, proteínas, vitaminas y, según una investigación reciente de la Universidad de Extremadura publicada en la revista Nutrition, es rica en fitoestrógenos. Estos compuestos químicos son similares a los estrógenos humanos, hormonas femeninas cuyos niveles descienden al llegar la menopausia en la mujer, lo que aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis.





Según los expertos, el consumo moderado de esta bebida (una lata para las mujeres no embarazadas y dos para los hombres como máximo al día) tiene cabida en una dieta sana, ya que se ha demostrado que también reduce los eventos cardiovasculares y la posibilidad de sufrir infecciones, al potenciar el sistema inmune, como se ha comprobado en ratones.

Ropa que cura

¿Te imaginas ponerte una camiseta para curar tu dolor de espalda? En el futuro esto podría ser posible gracias a un nuevo tejido inteligente que está desarrollando un equipo de científicos de la Universidad de Granada. Este tejido administra fármacos de forma selectiva respondiendo a estímulos como la luz, la temperatura y el pH.




Los investigadores están trabajando para inmovilizar los fármacos en las finísimas fibras de estos tejidos, que liberarían su dosis al responder a ciertos estímulos externos. Además, la aplicación sería de gran utilidad para enfermos crónicos, que podrían despreocuparse de los interminables horarios y calendarios de pastillas.

El tejido responde a estímulos como la temperatura y el pH, y también a los cambios en la luz solar, algo que permitiría tratar de forma personalizada enfermedades de la piel como la soriasis, las verrugas o el melanoma.



El tejido liberaría el fármaco progresivamente al torrente sanguíneo, lo que garantiza una mayor eficiencia del medicamento, además de reducir los costes. "El medicamento se asimila más eficientemente porque se va liberando progresivamente", explica Antonio Luis Medina, director de NanoMyp, la spin off de la Universidad de Granada que está desarrollando el proyecto. "Normalmente, al tomar un fármaco, este va al estómago y allí se destruye gran parte del principio activo del medicamento. Al liberarse directamente a la sangre se evita este problema".







Mejor comer la pasta algo durilla

La pasta cocinada "al dente", es decir, no demasiado blanda --, tiene menor índice glucémico que si está excesivamente cocida. Esto implica que con la pasta "al dente" los hidratos de carbono se liberan de forma progresiva a la sangre, por lo que las personas que realizan actividad física, como los deportistas, pueden rendir durante más tiempo si la consumen cocinada de este modo.


Para cocinar la pasta "al dente" resulta primordial utilizar en torno a un litro de agua por cada 150 gramos de pasta. Se puede añadir un chorrito de aceite de oliva y llevar a ebullición. Cuando rompe a hervir, se añade un puñado de sal y cuando el agua está hirviendo, se añade la pasta. Aunque algunos cocineros aseguran que se puede comprobar si un espaghetti "al dente" lanzando un trozo a un azulejo y observando si se queda pegado, otro método más limpio consiste en extraer una pieza del agua, partirla por la mitad y comprobar que en el interior queda un fino hilo central de pasta cruda.