jueves, mayo 30, 2013

¿Dormir?.. Leche y galletas.

Tan importante como incluir una serie de alimentos en nuestra dieta diaria es la hora en la que los ingerimos. Así lo asegura la catedrática de Fisiología de la Universidad de Extremadura Carmen Barriga, especialista en Crononutrición, que recomienda a las personas que padecen insomnio y a las que les cuesta conciliar el sueño tomar antes de dormir un vaso de leche caliente con una cucharada de azúcar y unas galletas.




Esta fórmula, según explica Barriga, es la combinación perfecta, ya que tanto los cereales como la leche son alimentos ricos en triptófano, el aminoácido encargado en nuestro organismo de sintetizar la hormona melatonina, sustancia implicada en la inducción al sueño.



Pero no es el único alimento que puede ayudar a conciliar el sueño por la noche. De hecho, todos los alimentos que contienen triptófano, o incluso serotonina o melatonina, son idóneos para tomarlos al anochecer o en la cena. Así, los plátanos, las cerezas, los cereales, el tomate, la lechuga, el pescado, los frutos secos o los frutos rojos pueden ayudar a dormir bien y obtener un sueño más reparador. Por el contrario, debe evitarse en las últimas horas del día frutas ricas en vitamina C como la naranja o el kiwi, bebidas como el té o el café o carnes rojas y embutidos ricos en tiroxina, "un aminoácido precursor de las catelocaminas y dopaminas que son las que nos hacen estar despiertos" afirma la investigadora. Estos productos es recomendable consumirlos durante la mañana.



El Grupo de Neuroinmunofisiología y Crononutrición de la Universidad de Extremadura lleva años estudiando temas de Crononutrición, la disciplina que se encarga de analizar cómo afectan determinados elementos presentes en los alimentos a nuestros ritmos biológicos, en especial al ritmo sueño/vigilia. Actualmente se centra en intentar a través de la nutrición actuar sobre los problemas de insomnio en las personas mayores, en las que los niveles de melatonina son prácticamente inexistentes. Paralelamente, se está llevando a cabo investigaciones en el campo nutracéutico para la comercialización de un producto concentrado a base de cerezas del valle del jerte con propiedades dietéticas y medicinales. Este compuesto presenta propiedades preventivas y terapéuticas frente al insomnio, el estrés oxidativo y la depresión.



El exceso de productos lacteos provoca la osteoporosis.

Tal parece que en la actualidad estamos viviendo una epidemia de mala salud presidida por las enfermedades crónicas y degenerativas. Sin duda, una de estas enfermedades degenerativas, signo de nuestros tiempos, es la debilidad de los huesos conocida como osteopenia que progresa hacia la osteoporosis.


La gran paradoja de nuestra época, es que esta epidemia de osteoporosis se alimenta precisamente de la forma equivocada de alimentación actual, de acuerdo a la ciencia. Afortunadamente, de la misma forma en que la dieta moderna causa osteoporosis, la corrección en los patrones de alimentación, puede revertirla y prevenirla.
Tal vez uno de los mitos mejor difundidos que nos han imbuído los fabricantes de productos alimenticios, es que la leche y los derivados lácteos proveen el calcio que se requiere para tener huesos fuertes y que necesitamos beber leche diariamente para evitar la osteoporosis. El más sorprendente descubrimiento de la ciencia es que precisamente los productos lácteos son los peores productos que podemos consumir para fortalecer los huesos.

Las estadísticas mundiales se demuestran que los países más desarrollados es donde ocurre la más alta tasa de fracturas de huesos, a pesar de que es donde más consumo de leche y productos lácteos se da, así como la mayor venta de suplementos de calcio del mundo.

Por el contrario, en países como Asia y África, donde no se consume leche, productos lácteos ni suplementos de calcio, las fracturas ocurren entre un 50 y un 70% menos que en América.

La explicación científica para este fenómeno es muy simple. Nuestro torrente sanguíneo debe mantener un equilibrio ácido base o pH que fluctúe alrededor de 7.365. Si este rango se modica puede ser letal para el organismo cuando consumimos gran cantidad de alimentos acidificantes, el cuerpo debe neutralizarlos tomando substancias alcalinas y retirando minerales como sodio, magnesio y calcio y los toma de tejidos importantes como huesos, músculos y articulaciones para estabilizar el pH de la sangre.

Los productos lácteos pasteurizados, obtenidos de leche de vacas alimentadas con granos son muy ácidos y producen substancias inflamatorias. A menos que los lácteos se consuman acompañados de alimentos extremadamente alcalinos, para metabolizarse deben robar el calcio de los huesos para mantener el pH sanguíneo.

El resultado de beber leche, es que entre más se beba más calcio de los huesos se pierde, a menos que sea leche bronca de vacas alimentadas en pastizales. Esta leche no es acidificante y los nutrientes que aporta son más fáciles de asimilar por el cuerpo.

Los mejores alimentos para construir huesos sanos y fuertes son las frutas y vegetales frescos. Cuando las frutas y vegetales se metabolizan, producen bicarbonato que es un compuesto alcalino que ayuda al cuerpo. En un estudio publicado en la revista de Endocrinología y Metabolismo en 1990 se afirma que el bicarbonato tiene un efecto favorable para la reabsorción del hueso y la excresión de calcio y sugiere que al aumentar el contenido alcalino de la dieta puede atenuar la pérdida de hueso en adultos sanos.


Además, las frutas y verduras son ricas en antioxidantes y son básicas para reparar el desgaste que el estrés oxidante produce en el hueso.


Los mejores vegetales para regenerar los huesos son los vegetales verdes que contienen importante carga de calcio, magnesio, hierro, vitamina K y otros minerales trazo.


Otro mito que contribuye también a esta enfermedad, es que la dieta debe ser baja en grasas lo que contribuye que a la larga, se produzca degeneración en los huesos. Los huesos sanos dependen totalmente de una alimentación donde las grasas finas del aguacate, coco, aceite de oliva, nueces, semillas y pescados estén presentes. Este tipo de grasas proveen antioxidantes, fitonutrientes y minerales trazo. Son básicas para reducir la inflamación y aportan salud a las membranas celulares incluídas las células de loso huesos.


Otra recomendación, nos han enseñado falsamente que le huyamos al sol como del demonio. El sol es el mejor y mayor nutrientes que energetiza nuestras células y nos aporta vitamina D. La salud de los huesos depende totalmente de niveles altos de vitamina D, entre 60 y 100 ng/ml.


Para prevenir o revertir la osteoporosis, evite tomar leche y productos lácteos, coma abundantes frutas y verduras de hoja verde, semillas de calabaza y de girasol y tome el sol diariamente por lo menos durante cinco minutos.


El test indicó que las personas con alto CI no solamente son más rápidas al procesar la información importante, sino que son mejores al suprimir la irrelevante.

Los más inteligentes son más lentos a la hora de determinar en qué dirección se mueven objetos grandes. Es la conclusión a la que han llegado científicos de la Universidad de Rochester al aplicar simple test visual a personas con diferente cociente intelectual (CI). Eso sí, los más listos también son mucho mejores cuando se trata de objetos pequeños.




Aunque a simple vista resulte difícil de entender, esta incapacidad de percibir imágenes grandes en movimiento tiene una explicación lógica. Se relaciona con la habilidad del cerebro para suprimir la información de fondo, no importante, y así centrarse en los detalles relevantes. “Nuestro resultado subraya el hecho de que una inteligencia elevada es simplemente el reflejo de un procesamiento cerebral eficiente y efectivo”, explica Duje Tadin, autor principal del estudio publicado hoy en Current Biology, en declaraciones a Agencia SINC.



El cerebro es incapaz de procesar la inmensa cantidad de estímulos que le llegan desde los sentidos. “Como estamos limitados en la cantidad de información que podemos procesar, lo segundo mejor que se puede hacer es ser selectivo” indica Tadin. En la mayoría de las situaciones de la vida cotidiana –por ejemplo, al ir en coche, andando o, simplemente, al mover los ojos por una habitación–, el movimiento de fondo es menos importante que el de los objetos pequeños. El test indicó que las personas con alto CI no solamente son más rápidas al procesar la información importante, sino que son mejores al suprimir la irrelevante.



En el estudio, los participantes observaron un vídeo con secuencias cortas de barras blancas y negras de diferentes tamaños moviéndose en la pantalla, y se les pidió que indicaran la dirección del movimiento. Como se esperaba, la identificación del movimiento de las barras grandes fue peor que la de las pequeñas en todos los individuos. Pero, para sorpresa de los investigadores, los voluntarios con un alto CI lo hicieron mucho peor.



Los resultados del test mostraron una correlación de hasta el 71% entre poseer un elevado CI y una buena capacidad para filtrar la información. “Este vínculo entre supresión visual del movimiento de fondo e inteligencia proporciona una pista para buscar qué es diferente en el procesamiento neural, en la neuroquímica y en los neurotransmisores de la gente con alto cociente intelectual”.