lunes, julio 21, 2008

La leyenda del Golem


Extraído de : Efimero
La leyenda del Golem aparece relacionada con el rabino Jehuda Low Ben Becadel, rabino en el ghetto judío medieval de Praga. Praga era el lugar de encuentro de diferentes corrientes migratiorias de judios, provenientes del este y del sur de Europa, así como de Rusia. Era una comunidad floreciente y culta. El rabino Low era el máximo exponente de esta amalgama cultural, estudioso de la cábala y la doctrina judía, muy interesado en las tradiciones, cuentos y leyendas de su pueblo.

La leyenda cuenta que el rabino Low mediante el estudio de las escrituras sagradas a través de la cábala logró descifrar la palabra que Yahvé utilizó para dar el don de la vida. Fabricó entonces un pequeño hombre de arcilla e introdujo en su boca un papel con la palabra escrita, el muñeco de arcilla creció hasta ser un hombre de gran tamaño y la vida animó sus miembros. Sin embargo como Low no era Dios, no doto a este hombre de alma, era una marioneta animada sin voluntad propia. Se caracterizaba por una extraordinaria fuerza y obedecía en todo al rabino Low. Mas el rabino debía retirar el papel antes de caer la noche o el Golem escaparía a su control.

Un sábado olvidó retirar el papel antes de la hora señalada y la criatura se transformó en una fuerza destructora. Cuando lograron retirar el papel, el Golem había destrozado el ghetto judío por completo. Low escondió entonces el hombre de arcilla en un lugar secreto y destruyó el papel, y vaticinó que cuando el pueblo judío se hallase en problemas aparecería un rabino iluminado por Dios que volvería a descifrar la palabra mágica, sería un rabino mucho más sabio que él mismo, entonces el Golem volvería a aparecer y salvaría a su pueblo de sus tribulaciones.
Jehuda Low Ben Becadel fue un personaje histórico real y ciertamente el ghetto judío sufrio una destrucción en aquella época, sin embargo jamás se ha hallado prueba alguna de que nada parecido al Golem existiese, a pesar de que gente como Egon Erwin Kisch (periodista) siguiese sus huellas, tanto en la sinagoga donde Low vivió, como en La Colina de la Horca dónde tradicionalmente se dice que se enterró el Golem.

Algunas personas creyeron y creen en la fábula como una realidad. Durante la Segunda Guerra Mundial huvo voces que dijero que el Golem iba a aparecer para salvar al pueblo judío, de una forma directa o indirecta, como una fuerza destructora que aniquilaría a los enemigos. Tras la guerra, esas mismas personas se preguntaban por qué el Golem no había acudido para salvarles. aún hay gente que cree que ha de volver a aparecer.

En relación con esta leyenda os recomiendo que veais la película El golem [Der Golem, wie er in die Welt Kam (1920)]. Dirigida por Paul Wegener (que había dirijido otras dos de igual nombre anteriormente: El Golem (1914) y El golem y la bailarina (1917)) y Carl Boese, con la dirección artística a cargo de Hans Poelzig, arquitecto expresionista que le dió a la película una ambientación única y especial con sus decorados que recrean el ghetto de forma casi poética.

Igualmente os recomiendo el libro de Gustav Meyrink de igual título Der Golem (1915), que podeis encontrar en castellano por ejemplo en la editorial Valdemar, colección Gótica o en Tusquets Editores, colección Fabula.Finalmente si teneis la suerte de encontrar el libro llamado Sippurim (1847) podreis echar una ojeada a la primera colección impresa sobre leyendas judías.

El Hongo de Chernobyl. ¿Una solución a la radiación?

Un hongo de color negro, recogido por robots en las paredes de la dañada ciudad de Chernobyl es capaz de absorber la radiación y utilizarla para su propio beneficio. El hongo (en la imagen) es rico en melanina, un pigmento que del mismo modo que en la piel humana, le da el color y nos protege, por ejemplo, de la radiación ultravioleta que proviene del Sol. Las pruebas se realizaron con unos niveles de radiación ionizante cerca de 500 veces superior a la normal

Hongos que absorben radiación

Basado en las noticias de la Facultad de Medicina Albert Einstein
Los científicos han asumido durante mucho tiempo que los hongos existen principalmente para descomponer la materia en elementos químicos que sirvan a otros organismos. Pero los investigadores de la Facultad de Medicina Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva han encontrado pruebas de que los hongos poseen una cualidad que ha pasado desapercibida hasta ahora y que tiene profundas implicaciones: la capacidad de utilizar la radioactividad como fuente de energía para generar alimento y estimular su crecimiento.

El reciente descubrimiento cambiaría nuestro modo actual de concebir la utilidad de la energía válida para la vida en la Tierra, y tendría profundas implicaciones para nuestro conocimiento de cómo la vida se ha adaptado y ha evolucionado a lo largo del tiempo en nuestro planeta.


“El reino de los hongos comprende más especies que cualquier otro reino vegetal o animal, de modo que el descubrimiento de que crean alimento además de descomponerlo significa que las fuentes de energía de la Tierra, y en particular la cantidad de energía radioactiva que se convierte en energía biológica, necesitaría ser calculada de nuevo”, dice el doctor Arturo Casadevall, catedrático de microbiología e inmunología en la Facultad Einstein y autor principal del estudio, publicado el 23 de mayo en PloS ONE.

La capacidad que tienen los hongos para sobrevivir a la radiación también resultaría útil para los seres humanos. “Dado que la radiación ionizante predomina en el espacio exterior, los astronautas serían capaces de utilizar los hongos como fuente inagotable de alimento en misiones largas o en la colonización de otros planetas”, dice la doctora Ekaterina Dadachova, profesora asociada de medicina nuclear, microbiología e inmunología en Einstein y autora principal del estudio.


Estos hongos capaces de “comer” radiación tienen melanina que es el pigmento encontrado en muchos si no en la mayoría de las especies de hongos. Pero hasta ahora, la función biológica de la melanina en los hongos –de tener alguna- ha sido un misterio.

“En tanto que el pigmento clorofílico convierte la luz del sol en energía química que permite que las plantas verdes vivan y se desarrollen, nuestra investigación sugiere que la melanina puede utilizar una proporción diferente del espectro electromagnético de la radiación ionizante de la que se benefician los hongos que la tienen”, dice la doctora Dadachova.

La investigación empezó hace cinco años cuando el doctor Casadevall leyó en la Web que un robot introducido en el reactor averiado y todavía altamente radioactivo de Chernobil había regresado con muestras de hongos negros ricos en melanina que habían crecido en las paredes del reactor. “Me pareció algo muy interesante y empecé a debatir con mis compañeros si estos hongos utilizarían las emisiones radioactivas como fuente energética”, dice el doctor Casadevall.

Para probar esta idea, los investigadores de Einstein realizaron una serie de ensayos in vivo utilizando tres hongos genéticamente diferentes y cuatro medidas de crecimiento celular. Los estudios mostraron consistentemente que la radiación ionizante incrementaba significativamente el crecimiento de los hongos provistos de melanina.


Por ejemplo: dos tipos de hongo –uno al que se indujo a formar melanina (Crytococcus neoformans) y otro que la contiene de forma natural (Wangiella dermatitidis)- fueron expuestos a niveles de radiación ionizante aproximadamente 500 veces más alta de la que hay al nivel del suelo. Ambas especies crecieron significativamente más rápido (medidas por el número de unidades que forman colonias y peso en seco) que al ser expuestas a niveles comunes de radiación terrestre.

Los investigadores también realizaron estudios físico-químicos de la capacidad de la melanina para captar radiación. Midiendo la señal de resonancia de la velocidad de rotación del electrón, demostraron que la radiación interactúa con la melanina para alterar la estructura de su electrón. Éste es un paso esencial en la captura de la radiación y su transformación en una forma diferente de energía capaz de producir alimento.

El doctor Casadevall subraya que la melanina fúngica no es químicamente diferente de la melanina de nuestra piel. “Es una mera especulación pero no está fuera de la posibilidad real que la melanina pueda proporcionar energía a las células dérmicas”, dice. “Aunque no sería bastante energía para mover a un vehículo por la playa, quizá nos ayude a abrir un párpado.”

http://www.pluriversia.es/modules.php?name=News&file=article&sid=438


La plaga de los sapos venenosos


Sapos mutantes invaden Australia

El nada deseado anfibio fue introducido al continente australiano para controlar pestes, pero desde entonces ha traído el caos a los animales locales.

(Milenio) - Es gordo, feo y venenoso... y está mutando. Es el sapo común, Bufo marinus, una especie que fue introducida hace 70 años en el estado australiano de Queensland para enfrentarse a la amenaza de insectos en los plantíos de caña de azúcar, y que de entonces acá se convirtió en una catástrofe ecológica.

El batracio, también llamado sapo cañero, está evolucionando para convertirse en una ecopesadilla capaz de cubrir grandes distancias, reporta un estudio publicado este jueves en la revista Nature.

Científicos dicen que la especie Bufo marinus está desarrollando una forma de piernas más largas y movimiento más rápido que se está extendiendo con rapidez por todo el continente.

Los sapos fueron introducidos para controlar pestes, pero desde entonces han traído el caos a los animales locales. Matan serpientes, lagartijas, aves acuáticas e incluso cocodrilos y dingos.

Cuando se les molesta, secretan un veneno que transportan en dos sacos ubicados detrás de la cabeza, y este veneno es letal para un predador potencial minutos después de ingerirlo.

Gran oleada

Los anfibios, que pueden llegar a pesar hasta dos kilos, ahora se encuentran en una superficie que cubre más de un millón de kilómetros.

Fueron introducidos por primera vez en Queensland desde Sudamérica en 1935, en un intento de erradicar los escarabajos de la caña, una peste que estaba destruyendo entonces los cultivos de azúcar en el noreste de Australia.

Desde entonces, los sapos han barrido por toda Australia dejando a su paso un rastro de criaturas muertas.

Para investigar su preocupante propagación, los científicos estudiaron los sapos cañeros que invadieron el Territorio del Norte, en un sitio ubicado unos 60 kilómetros al este de Darwin.

Atraparon a los sapos, los midieron y les colocaron alrededor del cuerpo radiotransmisores que pesan unos 5-6 gramos, para rastrear sus movimientos.

"Durante un proceso de invasión los individuos al frente están ahí porque son los que se han movido más", explicó Ben Phillips, un autor del reporte y biólogo evolucionista de la Universidad de Sydney, en Australia.

"Demostramos que los sapos que son los primeros en llegar al frente son los que tienen las piernas más largas, y los que llegaron al último son los que las tienen más cortas.

"Los sapos de la vanguardia también tienen las piernas mucho más largas que las poblaciones más antiguas de Queensland".

Presión evolutiva

No se atribuyen extinciones documentadas al sapo cañero, dijo Richard Shine, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la universidad, quien además encabeza el estudio. Pero los animales modifican dramáticamente la abundancia y diversidad de plantas y animales en los ecosistemas que invaden.

Shine dijo que su hallazgo es el más reciente ejemplo de cómo la selección natural complica el desafío de conservación presentado por especies invasoras.

"Básicamente lo que ocurrió al introducir los sapos es que se creó una presión evolutiva realmente fuerte tanto sobre los propios sapos como sobre los animales que interactúan con los sapos", dijo el científico.

Por ejemplo, Shine y su colega Phillips previamente demostraron que dos especies de serpiente nativas de Australia han evolucionado cabezas más pequeñas, y ya no pueden comerse a los sapos, que portan una toxina letal.

Otros estudios han demostrado que algunos potenciales predadores de los sapos han alterado sus dietas para excluir a los sapos, en tanto que otros han desarrollado resistencia a la toxina del sapo cañero, dijo Shine.

"Estos estudios nos dicen mucho sobre el proceso evolutivo", dijo Jonathan Losos, biólogo evolucionista de la Universidad Washington en St. Louis, Missouri.

"Las especies invasoras son un gran problema, y los sapos cañeros son un ejemplo clásico de eso", agregó. "Pero también representan un experimento evolutivo inesperado, el tipo de experimento que uno no podría realizar (normalmente)".

Reglas y reglamentos prohíben a los científicos confrontar de manera deliberada a especies nativas en estado silvestre con un competidor o depredador no nativo para ver cómo funciona la selección natural, explicó.

En la orilla de Darwin

Descubrieron que los sapos se movían con rapidez increíble, cubriendo distancias unas cinco veces más rápido que cuando llegaron hace 70 años.

"Se están moviendo alrededor de 55 kilómetros al año en promedio, lo que es mucho saltar si eres un sapo", dijo el doctor Phillips.

Shine dijo al diario británico The Daily Telegraph: "Encuentro absolutamente sorprendente que una pequeña criatura como un sapo cañero pueda viajar más de kilómetro y medio por noche... noche tras noche. Es difícil imaginar que puedan viajar más rápido, como no evolucionen propulsión a chorro".

Los investigadores creen que sus hallazgos indican que la evolución está favoreciendo a los sapos de piernas más largas, que pueden viajar más lejos, más rápido, lo que significa que pueden apoderarse de nuevos territorios más rápido que nunca jamás.

El caso está siendo examinado como un ejemplo clásico de evolución darwiniana: animales más fuertes, rápidos o inteligentes pueden reclamar nuevos territorios y defenderlos contra los más débiles, lentos o menos astutos. Los hallazgos también explican con limpieza un enigma respecto al sapo cañero.

Desde los años de 1940 a 1960, el bicho expandió sus dominios sólo a razón de diez kilómetros por año. Pero hoy está avanzando a razón de más de 50 kilómetros por año.

La razón: con piernas más largas, la especie mutante puede viajar más lejos y más pronto.

Los científicos dicen que los sapos están causando una "pesadilla ecológica".

Hasta ahora, los investigadores no han podido hallar una manera exitosa de controlar a los invasores en expansión, que ahora están a punto de invadir Darwin.

"Cómo controlarlos es la pregunta de los 64 millones", dijo el doctor Phillips.

"Se ha invertido mucho tiempo y dinero investigando cómo controlar sapos, pero es un problema continuo".

Los autores, dicen que el sapo cañero es una escalofriante lección para que los gobiernos combatan las especies invasoras lo antes posible, "antes de que el invasor haya tenido tiempo para evolucionar y convertirse en un adversario más peligroso".

Pesadilla ecológica

Radiografia del gigante
Los sapos Bufo marinus fueron introducidos por primera vez en Queensland desde Sudamérica en 1935, pretendían ser usados como insecticida natural contra la plaga de escarabajos de la caña que amenazaba los cultivos de azúcar en el noreste de Australia.

El invasor
Estos anfibios pueden pesar hasta dos kilos y son capaces de saltar hasta 1,8 kilómetros por noche durante el clima húmedo.

La nueva plaga
Consumen muchos insectos nativos y debido a su toxicidad pueden matar lagartijas y serpientes que se los comen o tratan de comérselos.

La mutación
Los científicos de la Universidad de Sydney descubrieron que los sapos que iban en la avanzada tienen las piernas traseras más largas (un largo que equivalía a casi 45 por ciento de la longitud total de su cuerpo), demostrando que su evolución está favoreciendo a los que encabezan la carga hacia nuevos territorios.

La ruta
Los sapos se desplazan hacia los territorios del Norte, a 60 kilómetros de la ciudad de Darwin y ahora se encuentran en una superficie que cubre más de un millón de kilómetros en la Australia tropical y subtropical, aplastando a las especies nativas en su avance implacable.

El proceso se acelera
Desde los años de 1940 a 1960, el bicho expandió sus dominios sólo a razón de diez kilómetros por año. Pero hoy está avanzando a razón de más de 50 kilómetros por año.

Aportado por Eduardo J. Carletti


http://axxon.com.ar/not/159/c-1590133.htm




Introducción en Australia

Extensión de los Sapos de Caña en Australia de 1940 a 1980 en intervalos de 5 años.



En tentativas de controlar al nativo escarabajo de caña, 102 sapos de caña fueron introducidos en Australia desde Hawai en junio de 1935. Ellos inmediatamente se reproducieron en cautiverio y por agosto de 1935 más de 3000 sapos jóvenes fueron lanzados en áreas alrededor de Cairns, Gordonvale y Innisfail al norte de Queensland. Más sapos fueron lanzados alrededor de Ingham, Ayr, Mackay y Bundaberg.



Lanzamientos fueron temporalmente limitados debido a preocupaciones ambientales, pero resumidos en otras áreas después de septiembre de 1936. Desde su lanzamiento, los sapos rápidamente se multiplicaron en población y ahora existen más de 200 millones. Los sapos constantemente expandieron su rango por Queensland, alcanzando la frontera con Nueva Gales del Sur en 1978 y con Territorio del Norte en 1984.


Los sapos en la frontera occidental de su avance han evolucionado patas más largas;[13] esto se cree en referencia a su habilidad para viajar lejos. Se ha estimado que los Sapos de Caña migran con un promedio de 40 km al año


El impacto de sapos a largo plazo en el ambiente australiano es difícil determinar. Se han observado declives precipitados en poblaciones del Quoll Norteño después de que los sapos han invadido un área. Hay varios informes de declives en poblaciones de goannas y serpientes después de la llegada de los sapos. La valoración del riesgo preliminar de Sapos de Caña en el Parque Nacional Kakadu declaró que la depredación del sapo de caña por la fauna nativa es el riesgo más grande a la biodiversidad. Otros factores, tales como la competición con la fauna nativa por recursos, y la depredación del sapo de caña en fauna nativa, eran considerados factores de riesgo mucho más bajos. En el Territorio del Norte, la depredación del goanna en Sapos de Caña se ha enlazado a una mayor cantidad de huevos indemnes del cocodrilo marino. El impacto completo de esto no se conocerá hasta que los cocodrilos pongan huevos en marzo del 2007.



Un número de especies nativas han sido reportadas como depredando exitosamente a los sapos. Algunas aves, como el milano negro (Milvus migrans), han aprendido a atacar la barriga del sapo, evitando el veneno producido por las glándulas atrás de la cabeza. Reportes en el Territorio del Norte sugieren que la nativa rana del árbol de Dahl (Litoria dahlii), es capaz de comer los renacuajos y jóvenes vivos del sapo sin ser afectadas por el veneno que muchas veces mata a otros depredadores.



Se cree que esto considera para más lento que esperadas infestaciones de sapos en ciertas áreas del Territorio del Norte. Se ha informado que algunas serpientes han evolucionado mandíbulas más pequeñas para que ellos sean incapaces de tragar sapos de caña grandes que tienen varias cantidades de veneno.



A partir del 2005, la luz ultravioleta se ha usado para atraer y capturar sapos de caña para exterminio


En junio del 2006, la Universidad de Queensland anunció una investigación en un gen para invertir el sexo de sapos de caña hembras. Tal acción llevaría a haber una población de machos, y así eliminar la población sin que tengan con quien reproducirse. Sin embargo, esto se arriesgaría a una introducción inversa que expulsaría fuera a los Sapos de Caña, y posiblemente otras especies, en su rango nativo.



http://es.wikipedia.org/wiki/Bufo_marinus