miércoles, marzo 26, 2008

OVNIS EN CANARIAS

viernes 14 de marzo de 2008

Aseguran haber visto un Ovni (Objeto Volador no Identificado) en el sur de Gran Canariaovni en Canarias, las palmas de Gran Canaria

La foto del supuesto ovni en el sur de Gran Canaria, es gentileza de un lector de Noticias Gran Canaria
Muchos correos hemos recibido avisándonos que en el Sur de Gran Canaria se ha divisado un extraño objeto muy grande y rodeado de muchas luces.
Uno de nuestros lectores, Jacinto Ramírez, no ha enviado una fotografía que , como él asegura, no salió tan nítida porque el objeto, aunque parecía a veces inmóvil, no paraba de moverse.


Escucha a continuación un fragmento del programa de radio:



miércoles, marzo 12, 2008

Historia de la informatica




HISTORIA DE LA INFORMATICA

El dispositivo de calculo más antiguo que se conoce es el ábaco.

· Su nombre viene del griego abakos que significa superficie plana. Se sabe que los griegos empleaban tablas para contar en el siglo V antes de Cristo o tal vez antes. El ábaco tal como lo conocemos actualmente esta constituido por una serie de hilos con cuentas ensartadas en ellos. En nuestro país este tipo de ábaco lo hemos visto todos en las salas de billar.

· Esta versión de ábaco se ha utilizado en Oriente Medio y Asia hasta hace relativamente muy poco. A finales de 1946 tuvo lugar en Tokio una competición de cálculo entre un mecanógrafo del departamento financiero del ejército norteamericano y un oficial contable japonés. El primero empleaba una calculadora eléctrica de 700 dólares el segundo un ábaco de 25 centavos. La competición consistía en realizar operaciones matemáticas de suma resta multiplicación y división con números de entre 3 y 12 cifras. Salvo en la multiplicación el ábaco triunfó en todas las pruebas incluyendo una final de procesos compuestos.

· Tras el ábaco de los griegos pasamos al siglo XVI. John Napier (1550-1617) fue un matemático escocés famoso por su invención de los logaritmos funciones matemáticas que permiten convertir las multiplicaciones en sumas y las divisiones en restas. Napier inventó un dispositivo consistente en unos palillos con números impresos que merced a un ingenioso y complicado mecanismo le permitía realizar operaciones de multiplicación y división.

· El primer calculador mecánico apareció en 1642 tan sólo 25 años después de que Napier publicase una memoria describiendo su máquina. El artífice de esta máquina fue el filósofo francés Blaise Pascal (1.623-1.662) en cuyo honor se llama Pascal uno de los lenguajes de programación que más impacto ha causado en los últimos años. · A los 18 años Pascal deseaba dar con la forma de reducir el trabajo de cálculo de su padre que era un funcionario de impuestos. La calculadora que inventó Pascal tenía el tamaño de un cartón de tabaco y su principio de funcionamiento era el mismo que rige los cuentakilómetros de los coches actuales; una serie de ruedas tales que cada una de las cuales hacía avanzar un paso a la siguiente al completar una vuelta. Las ruedas estaban marcadas con números del 0 al 9 y había dos para los decimales y 6 para los enteros con lo que podía manejar números entre 000.000 01 y 999.999 99.

· Las ruedas giraban mediante una manivela con lo que para sumar o restar lo que había que hacer era girar la manivela correspondiente en un sentido o en otro el número de pasos adecuado.

· Leibnitz (1646-1716) fue uno de los genios de su época; a los 26 años aprendió matemáticas de modo autodidacta y procedió a inventar el cálculo. Inventó una máquina de calcular por la simple razón de que nadie le enseñó las tablas de multiplicar.
· La máquina de Leibnitz apareció en 1672; se diferenciaba de la de Pascal en varios aspectos fundamentales el más importante de los cuales era que podía multiplicar dividir y obtener raíces cuadra-das.

· Leibnitz propuso la idea de una máquina de cálculo en sistema binario base de numeración empleada por los modernos ordenadores actuales. Tanto la máquina de Pascal como la de Leibnitz se encontraron con un grave freno para su difusión: la revolución industrial aún no había tenido lugar y sus máquinas eran demasiado complejas para ser realizadas a mano. La civilización que habría podido producir las en serie estaba todavía a más de 200 años de distancia.

· Entre 1673 y 1801 se realizaron algunos avances significativos el más importante de los cuales probablemente fue el de Joseph Jacquard (1.752-1.834) quien utilizó un mecanismo de tarjetas perforadas para controlar el dibujo formado por los hilos de las telas confeccionadas por una máquina de tejer.

· Hacia 1725 los artesanos textiles franceses utilizaban un mecanismo de tiras de papel perforado para seleccionar unas fichas perforadas las que a su vez controlaban la máquina de tejer.
· Jacquard fue el primero en emplear tarjetas perforadas para almacenar la información sobre el dibujo del tejido y además controlar la máquina.

· La máquina de tejer de Jaquard presentada en 1.801 supuso gran éxito comercial y un gran avance en la industria textil. · La antesala de la informática.

· Aunque hubo muchos precursores de los actuales sistemas informáticos para muchos especialistas la historia empieza con Charles Babbage matemático e inventor inglés que al principio del siglo XIX predijo muchas de las teorías en que se basan los actuales ordenadores. Desgraciadamente al igual que sus predeceso-res vivió en una época en que ni la tecnología ni las necesidades estaban al nivel de permitir la materialización de sus ideas.

· En 1822 diseñó su máquina diferencial para el cálculo de polinomios. Esta máquina se utilizó con éxito para el cálculo de tablas de navegación y artillería lo que permitió a Babbage conseguir una subvención del gobierno para el desarrollo de una segunda y mejor versión de la máquina.


· Durante 10 años Babbage trabajó infructuosamente en una segunda máquina sin llegar a conseguir completarla y en 1833 tuvo una idea mejor.

· Mientras que la máquina diferencial era un aparato de proceso único Babbage decidió construir una máquina de propósito general que pudiese resolver casi cualquier problema matemático. Todas estas máquinas eran por supuesto mecánicas movidas por vapor. De todas formas la velocidad de cálculo de las máquinas no era tal como para cambiar la naturaleza del cálculo además la ingeniería entonces no estaba lo suficientemente desarrollada como para permitir la fabricación de los delicados y complejos mecanismos requeridos por el ingenio de Babbage. La sofisticado organización de esta segunda máquina la máquina diferencial según se la llamó es lo que hace que muchos consideren a Babbage padre de la informática actual.

· Como los modernos computadores la máquina de Babbage tenía un mecanismo de entrada y salida por tarjetas perforadas una memoria una unidad de control y una unidad aritmético-lógica. Preveía tarjetas separadas para programa y datos. Una de sus característi-cas más importantes era que la máquina podía alterar su secuencia de operaciones en base al resultado de cálculos anteriores algo fundamental en los ordenadores modernos. la máquina sin embargo nunca llegó a construirse. Babbage no pudo conseguir un contrato de investigación y pasó el resto de su vida inventando piezas y diseñando esquemas para conseguir los fondos para construir la máquina.
Murió sin conseguirlo.

· Aunque otros pocos hombres trataron de construir autómatas o calculadoras siguiendo los esquemas de Babbage su trabajo quedo olvidado hasta que inventores modernos que desarrollaban sus propios proyectos de computadores se encontraron de pronto con tan extraordinario precedente.

· Otro inventor digno de mención es Herman Hollerith. A los 19 años. en 1879 fue contratado como asistente en las oficinas del censo norteamericano que por aquel entonces se disponía a realizar el recuento de la población para el censo de 1880. Este tardó 7 años y medio en completarse manualmente. Hollerith fue animado por sus superiores a desarrollar un sistema de cómputo automático para futuras tareas.

· El sistema inventado por Hollerith utilizaba tarjetas perforadas en las que mediante agujeros se representaba el sexo la edad raza etc En la máquina las tarjetas pasaban por un juego de contactos que cerraban un circuito eléctrico activándose un contador y un mecanismo de selección de tarjetas. Estas se leían a ritmo de 50 a 80 por minuto.

· Desde 1880 a 1890 la población subió de 5O a 63 millones de habitantes aun así el censo de 1890 se realizó en dos años y medio gracias a la máquina de Hollerith.

· Ante las posibilidades comerciales de su máquina Hollerith dejó las oficinas del censo en 1896 para fundar su propia Compañía la Tabulating Machine Company. En 1900 había desarrollado una máquina que podía clasificar 300 tarjetas por minuto una perforadora de tarjetas y una máquina de cómputo semiautomática.

· En 1924 Hollerith fusionó su compañía con otras dos para formar la Internacional Bussines Machines hoy mundialmente conocida como IBM.

· El nacimiento del ordenador actual.

· Ante la necesidad de agilizar el proceso de datos de las oficinas del censo se contrató a James Powers un estadístico de Nueva Jersey para desarrollar nuevas máquinas para el censo de 1.910. Powers diseñó nuevas máquinas para el censo de 1.910 y de modo similar a Hollerith decidió formar su propia compañía en 1.911; la Powers Accounting Machine Company que fue posteriormente adquirida por Remington Rand la cual a su vez se fusionó con la Sperry Corpora-tion formando la Sperry Rand Corporation. · John Vincent Atanasoft nació en 1903 su padre era un ingeniero eléctrico emigrado de Bulgaria y su madre una maestra de escuela con un gran interés por las matemáticas que transmitió a su hijo.

· Atanasoff se doctoró en física teórica y comenzó a dar clases en lowa al comienzo de los años 30. Se encontró con lo que por entonces eran dificultades habituales para muchos físicos y técnicos; los problemas que tenían que resolver requerían una excesiva cantidad de cálculo para los medios de que disponían. Aficionado a la electrónica y conocedor de la máquina de Pascal y las teorías de Babbage Atanasoff empezó a considerar la posibilidad de construir un calculador digital. Decidió que la máquina habría de operar en sistema binario hacer los cálculos de modo totalmente distinto a como los realizaban las calculadoras mecánicas e incluso concibió un dispositivo de memoria mediante almacenamiento de carga eléctrica. Durante un año maduró el proyecto y finalmente solicitó una ayuda económica al Consejo de Investigación del Estado de lowa. Con unos primeros 650 dólares contrató la cooperación de Clifford Berry estudiante de ingeniería y los materiales para un modelo experimental. Posteriormente recibieron otras dos donaciones que sumaron 1460 dólares y otros 5000 dólares de una fundación privada. Este primer aparato fue conocido como ABC Atanasoff- Berry-Computer.

· En diciembre de 1940 Atanasoff se encontró con John Mauchly en la American Association for the Advancement of Science (Asociación Americana para el Avance de la Ciencia) abreviadamente AAAS. Mauchly que dirigía el departamento de física del Ursine College cerca de Filadelfia se había encontrado con los mismos problemas en cuanto a velocidad de cálculo que Atanasoff y estaba convencido de que habría una forma de acelerar el cálculo por medios electróni-cos. Al carecer de medios económicos construyó un pequeño calcula-dor digital y se presentó al congreso de la AAAS para presentar un informe sobre el mismo. A raíz de aquello Atanasoff y Maunchly tuvieron un intercambio de ideas que muchos años después ha desembocado en una disputa entre ambos sobre la paternidad del computador digital.

· En 1941 Maunchly se matriculo en unos cursos sobre ingeniería eléctrica en la escuela Moore de Ingeniería donde conoció a un instructor de laboratorio llamado J. Presper Eckert.. Entre ambos surgió una compenetración que les llevaría a cooperar en un interés común: el desarrollo de un calculador electrónico. El entusiasmo que surgió entre ambos llegarón a Maunchly a escribir a Atanasoff solicitándole su cooperación para construir un computador como el ABC en la escuela Moore.
· Atanasoff prefirió guardar la máquina en un cierto secreto hasta poder patentarla; sin embargo nunca llegó a conseguirlo. Maunchiy fue más afortunado. La escuela Moore trabajaba entonces en un proyecto conjunto con el ejército para realizar unas tablas de tiro para armas balísticas.

· La cantidad de cálculos necesarios era inmensa tardándose treinta días en completar una tabla mediante el empleo de una máquina de cálculo analógica. Aun así esto era unas 50 veces más rápido de lo que tardaba un hombre con una sumadora de sobremesa.

· El 9 de abril de 1943 se autorizó a los dos hombres a iniciar el desarrollo del proyecto. Se le llamó ENIAC (Electronic Numerical integrator and Computer). El presupuesto inicial era de 150.000 dólares) cuando la máquina estuvo terminada el costo total había sido de 486.804 22 dólar.
· El ENIAC tenía unos condensadores 70 000 resistencias 7.500 interruptores y 17.000 tubos de vacío de 16 tipos distintos funcionando todo a una frecuencia de reloj de 100.000 Hz. Pesaba unas 30 toneladas y ocupaba unos 1.600 metros cuadrados. Su consumo medio era de unos 100.000 vatios (lo que un bloque de 50 viviendas) y necesitaba un equipo de aire acondicionado a fin de disipar el gran calor que producía.

· Tenía 20 acumuladores de 10 dígitos era capaz de sumar restar multiplicar y dividir; además tenía tres tablas de funciones. La entrada y la salida de datos se realizaba mediante tarjetas perforadas.

· En un test de prueba en febrero de 1946 el Eniac resolvió en 2 horas un problema de física nuclear que previamente habría requerido 100 años de trabajo de un hombre. Lo que caracterizaba al ENIAC como a los ordenadores modernos no era simplemente su velocidad de cálculo sino el hecho de que combinando operaciones permitía realizar tareas que antes eran imposibles.
· Entre 1939 y 1944 Howard Aiken de la universidad de Harvard en colaboración con IBM desarrolló el Mark 1 también conocido como calculador Automático de Secuencia Controlada. Este fue un computador electromecánico de 16 metros de largo y más de dos de alto. Tenía 700.000 elementos móviles y varios centenares de kilómetros de cables. Podía realizar las cuatro operaciones básicas y trabajar con información almacenada en forma de tablas.

· Operaba con números de hasta 23 dígitos y podía multiplicar tres números de 8 dígitos en 1 segundo. El Mark 1 y las versiones que posteriormente se realizaron del mismo tenían el mérito de asemejarse considerablemente al tipo de máquina ideado por Babbage aunque trabajaban en código decimal y no binario. El avance que estas máquinas electromecánicas supuso fue rápidamente ensombrecido por el Eniac con sus circuitos electrónicos.

· En 1946 el matemático húngaro John Von Neumann propuso una versión modificada del Eniac; el Edvac (Electronic Discrete Variable Automatic Computer) que se construyó en 1952. Esta máquina presentaba dos importantes diferencias respecto al Eniac: En primer lugar empleaba aritmética binaria lo que simplificaba enormemente los circuitos electrónicos de cálculo.
· En segundo lugar permitía trabajar con un programa almacenado. El Eniac se programaba enchufando centenares de clavijas y activando un pequeno numero de interruptores. Cuando había que resolver un problema distinto era necesario cambiar todas las conexiones proceso que llevaba muchas horas.

· Von Neumann propuso cablear una serie de instrucciones y hacer que éstas se ejecutasen bajo un control central. Además propuso que los códigos de operación que habían de controlar las operaciones se almacenasen de modo similar a los datos en forma binaria.
· De este modo el Edvac no necesitaba una modificación del cableado para cada nuevo programa pudiendo procesar instrucciones tan deprisa como los datos. Además el programa podía modificarse a sí mismo ya que las instrucciones almacenadas como datos podían ser manipuladas aritméticamente.

· Eckert y Mauchly tras abandonar la universidad fundaron su propia compañía la cual tras diversos problemas fue absorbida por Remington Rand. El 14 de junio de 1951 entregaron su primer ordenador a la Oficina del Censo el Univac-I.

· Posteriormente aparecería el Univac-II con memoria de núcleos magnéticos lo que le haría claramente superior a su antecesor pero por diversos problemas esta máquina no vio la luz hasta 1957 fecha en la que había perdido su liderazgo en el mercado frente al 705 de IBM.

· En 1953 IBM fabricó su primer computador para aplicaciones científicas el 701.

Anteriormente había anunciado una máquina para aplicaciones comerciales el 702 pero esta máquina fue rápidamente considerada inferior al Univac-I. Para compensar esto IBM lanzó al mercado una máquina que resultó arrolladora el 705 primer ordenador que empleaba memorias de núcleos de ferrita IBM superó rápidamente a Sperry en volumen de ventas gracias una eficaz política comercial que actualmente la sigue manteniendo a la cabeza de todas las compañías de informática del mundo en cuanto a ventas.
· A partir de entonces fueron apareciendo progresivamente más y más maquinas. Veamos las etapas que diferencian unas máquinas de otras según sus características. Cada etapa se conoce con el nombre de generación.

· La primera generación

· El Univac 1 viene a marcar el comienzo de lo que se llama la primera generación. Los ordenadores de esta primera etapa se caracterizan por emplear el tubo de vacío como elemento fundamental de circuito. Son máquinas grandes pesadas y con unas posibilidades muy limitadas. El tubo de vacío es un elemento que tiene un elevado consumo de corriente genera bastante calor y tiene una vida media breve. Hay que indicar que a pesar de esto no todos los ordenadores de la primera generación fueron como el Eniac las nuevas técnicas de fabricación y el empleo del sistema binario llevaron a máquinas con unos pocos miles de tubos de vacío.

· La segunda generación
· En 1958 comienza la segunda generación cuyas máquinas empleaban circuitos transistorizados. El transistor es un elemento electróni-co que permite reemplazar al tubo con las siguientes ventajas: su consumo de corriente es mucho menor con lo que también es menor su producción de calor. Su tamaño es también mucho menor. Un transis-tor puede tener el tamaño de una lenteja mientras que un tubo de vacío tiene un tamaño mayor que el de un cartucho de escopeta de caza. Esto permite una drástica reducción de tamaño. Mientras que las tensiones de alimentación de los tubos estaban alrededor de los 300 voltios las de los transistores vienen a ser de 10 voltios con lo que los demás elementos de circuito también pueden ser de menor tamaño al tener que disipar y soportar tensiones mucho menores.

El transistor es un elemento constituido fundamentalmente por silicio o germanio. Su vida media es prácticamente ilimitada y en cualquier caso muy superior a la del tubo de vacío. Como podemos ver el simple hecho de pasar del tubo de vacío al transistor supone un gran paso en cuanto a reducción de tamaño y consumo y aumento de fiabilidad. Las máquinas de la segunda generación emplean además algunas técnicas avanzadas no sólo en cuanto a electrónica sino en cuanto a informática y proceso de datos como por ejemplo los lenguajes de alto nivel.

· La tercera generación

· En 1964 la aparición del IBM 360 marca el comienzo de la tercera generación. Las placas de circuito impreso con múltiples componen-tes pasan a ser reemplazadas por los circuitos integrados. Estos elementos son unas plaquitas de silicio llamadas chips sobre cuya superficie se depositan por medios especiales unas impurezas que hacen las funciones de diversos componentes electrónicos. Así pues un puñado de transistores y otros componentes se integran ahora en una plaquita de silicio. Aparentemente esto no tiene nada de especial salvo por un detalle; un circuito integrado con varios centenares de componentes integrados tiene el tamaño de una moneda.

· Así pues hemos dado otro salto importante en cuanto a la reducción de tamaño. El consumo de un circuito integrado es también menor que el de su equivalente en transistores resistencias y demás componen-tes. Además su fiabilidad es también mayor.

· En la tercera generación aparece la multiprogramación el teleproceso se empieza a generalizar el uso de minicomputadores en los negocios y se usan cada vez más los lenguajes de alto nivel como Cobol y Fortran.

· La cuarta generación

· La aparición de una cuarta generación de ordenadores hacia el comienzo de los años setenta no es reconocida como tal por muchos profesionales del medio para quienes ésta es sólo una variación de la tercera. Máquinas representativas de esta generación son el IBM 370 y el Burroughs. Las máquinas de esta cuarta generación se caracterizan por la utilización de memorias electrónicas en lugar de las de núcleos de ferrita.

· Estas representan un gran avance en cuanto a velocidad y en especial en cuanto a reducción de tamaño. En un chip de silicio no mayor que un centímetro cuadrado caben 64.000 bits de información. En núcleos de ferrita esa capacidad de memoria puede requerir cerca de un litro en volumen.

· Se empieza a desechar el procesamiento batch o por lotes en favor del tiempo real y el proceso interactivo. Aparecen innumerables lenguajes de programación. Las capacidades de memoria empiezan a ser enormemente grandes. En esta etapa cobran gran auge los minicomputadores. Estos son maquinas con un procesador de 16 bits una memoria de entre 16 32 KB y un precio de unos pocos millones.

· La quinta generación: los microprocesadores

· Posteriormente hacia finales de los setenta aparece la que podría ser la quinta generación de ordenadores. Se caracteriza por la aparición de los microcomputadores y los ordenadores de uso personal. Estas máquinas se caracterizan por llevar en su interior un microprocesador circuito integrado que reúne en un sólo chip de silicio las principales funciones de un ordenador.

· Los ordenadores personales son equipos a menudo muy pequeños no permiten multiproceso y suelen estar pensados para uso doméstico o particular. Los microcomputadores si bien empezaron tímidamente como ordenadores muy pequeñitos rápidamente han escalado el camino superando a lo que hace 10 años era un minicomputador. Un microcom-putador actual puede tener entre 4Mb y 32Mb de memoria discos con capacidades del orden del Gigabyte y pueden permitir la utilización simultánea del equipo por varios usuarios.

¿Serpientes Marinas?




"Aquellos que, para comerciar o pescar, navegan por las costas de Noruega, coinciden en el relato de una historia realmente admirable, la de una enorme serpiente de una longitud de más de 60 metros, y 6 metros de diámetro que vive en las rocas y agujeros cerca de la costa de Bergen; sólo sale de sus cavernas en las noches de verano y con buen tiempo, para devorar terneras, corderos y cerdos, o se sumerge en el mar para comer pulpos, langostas y todo tipo de cangrejos. Tiene una hilera de pelos de 60 cm de largo que le cuelgan del cuello, escamas afiladas de color oscuro, y ojos brillantes y llameantes. Ataca a los barcos, se levanta fuera del agua, se lleva a los hombres y los devora; y normalmente esto no ocurre sin que algo terrible acontezca en el reino, sin un cambio próximo: o los príncipes van a morir o serán exiliados, o una guerra va a estallar pronto." Olaus Magnus, arzobispo de Upsala, "Historia de gentibus septentrionalibus" (1555).

Desde la antigüedad, los marinos han contado historias sobre las serpientes de mar, grandes animales serpentiformes que habitan en los océanos. Llamadas orm y lindorn en Noruega, loung en Indochina..., algunos autores las identifican con el leviatán bíblico. Aparecen representadas en herramientas de la Edad del Bronce, y han sido observadas incluso por zoólogos. También se dispone de pruebas físicas de su existencia: En 1969, un sonar detectó, a cien metros de profundidad en aguas de Alaska, un animal de sesenta metros de longitud.

La primera descripción científica de una serpiente de mar se debe a Erik Ludvigsen Pontoppidan (1698-1764), obispo de Bergen, que en 1752 publicó su "Historia natural de Noruega". En 1819, el zoólogo franco-estadounidense Constantin-Samuel Rafinesque-Schmaltz (1783-1840) distinguió, en "Dissertation on Water-Snakes, Sea-Snakes, and Sea-Serpents", entre enormes peces serpentiformes y serpientes marinas gigantescas, emparentadas con la serpiente marina listada [Pelamis platurus], de 1,13 metros de longitud.

Por estos heterodoxos trabajos fue expulsado de la Universidad de Lexington, en Kentucky, y murió en la miseria. Aunque parciales y probablemente erróneas, estas hipótesis fueron las primeras que se publicaron sobre la identidad zoológica de las serpientes de mar.

El zoólogo holandés Antoon Cornelis Oudemans (1858-1943), director de la Real Sociedad Zoologica y Botánica de la Haya, publicó en 1893 "The great sea-serpent". Fue el primero en darse cuenta de que el pelo y las ondulaciones verticales observadas en muchos casos delatan un mamífero, y concluyó, basándose en 162 casos, que se trataba de un gran pinnípedo (una especie de foca) con aspecto de plesiosaurio, de ochenta metros de longitud, al que bautizó Megophias megophias. Sin embargo, excluyó deliberadamente de su estudio todas las observaciones que no cuadraban con su hipótesis.

En los años 1930, Rupert T. Gould propuso, a partir de una docena de casos claros, dos nuevas especies de serpiente de mar, además del pinnípedo de cuello largo de Oudemans: una tortuga gigante y un tritón gigante cuellilargo.


Criatura encontrada en Francia en 1934 aparecida en un periódico de la época.

En 1934 en la playa de Querqueville, Normandia, Francia, aparecio esta extraña criatura de 7,6 metros de longitud. Al examinarla dos científicos del museo natural de historia determinaron que pertenecía a un animal desconocido. Time Magazine March 12, 1934 p.32

Criatura de casi 10 m pescada a 273 metros de profundidad, se encontro muerta y en estado de putrefacción en Nueva Zelanda en 1977, debido a su fuerte olor se volvio a devolver al mar.

En 1965, Bernard Heuvelmans publicó "Le grand serpent-de-mer: le problème zoologique et sa solution", un estudio estadístico de varios centenares de testimonios recogidos entre 1639 y 1965, en el que concluyó que la serpiente de mar es en realidad un compendio de múltiples animales, algunos ya conocidos en la actualidad –el calamar gigante [Architeuthis], el tiburón-ballena [Rhincodon typus], el regaleco [Regalecus glesne] (que llega a los 11 metros de longitud), el gusano nemertino gigante Lineus longissimus (que puede alcanzar los sesenta metros)...– y otros desconocidos, que catalogó en varias especies de vertebrados: nada menos que cinco mamíferos, una o varias especies de peces serpentiformes, un reptil semejante a un cocodrilo gigante, y dos tipos dudosos: una tortuga gigante, y un extraño animal con aspecto de renacuajo, al que llamó, a falta de un nombre mejor, jaune, "amarillo".

En 1980, Roy P. Mackal propuso además dos nuevas especies o formas gigantes de invertebrados como posible identidad de algunos de los casos de serpientes marinas: el pirosoma [Pyrosoma], una colonia tubular de tunicados (conformarían una unión de varios invertebrados que actuan asociadamente), con un extremo abierto y el otro cerrado en forma de cono, fosforescente, y que puede medir varios metros de longitud; y el cinturón de Venus [Cestus veneris], que puede alcanzar un metro y medio de longitud. También se ha propuesto una especie gigante de sifonóforo (medusa colonial).

Por supuesto, muchos de los casos de avistamientos de serpientes de mar se pueden explicar sin necesidad de recurrir a gigantescos animales desconocidos: a veces se toma por una serpiente de mar lo que sólo es una ballena, una gran serpiente terrestre (boa, pitón o anaconda) arrastrada por el mar, un grupo de marsopas nadando en hilera (de manera que cada individuo se confunde con una ondulación de un largo cuerpo serpentino), un amasijo de algas, un espejismo... o, simplemente, la estela de algún animal que nada cerca de la superficie.


http://usuarios.lycos.es/criptozoo/SerpienteMar/SerpienteMar.html

El proyecto SETI


La emoción de poder colaborar en alguno de los programas internacionales de SETI, que tienen por objeto la búsqueda de señales inteligentes en el cosmos. Relatamos aspectos tales como la banda primaria de radiofrecuencia en la que se hacen los barridos (en torno a los 1420 Khz de la línea de hidrógeno), la ecuación de Drake sobre las posibles civilizaciones comunicativas en nuestra galaxia, menciones al Observatorio de Arecibo, desde el que se centralizan prácticamente sus observaciones, la señal Wow captada, presumiblemente inteligente pero desafortunadamente perdida... Un proyecto que contando con el apoyo de la comunidad científica, fue en su día respaldado por la NASA y actualmente patrocinado por la iniciativa privada, el Instituto SETI y la Sociedad Planetaria, creadas al efecto. Y en el que se puede colaborar desde casa -en alguno de sus proyectos como SETI@home- mientras se activa el Salvapantallas de tu PC.

Era el verano de 1967 y Jocelyn Bell, estudiante investigadora de radioastronomía en Cambridge, tenía un mal día. Como parte de su tesis doctoral estaba utilizando un nuevo radiotelescopio, buscando en los cielos señales de variaciones interplanetarias y quasars. Pero mientras que la investigación iba bien, una inexplicable interferencia aparecía en sus gráficos. Al principio, Bell y su consejero, Tony Hewish, pensaron que la señal debía ser una especie de interferencia terrestre. Estas molestias son normales en radioastronomía. Pero a pesar de intentarlo de todas las maneras posibles, Bell y Hewish no podían eliminar la señal. Venía de algún lugar de la galaxia.

Después de un análisis más detallado se encontraron con algo en la señal todavía más sorprendente: tenía pulsos a intervalos regulares de 3 segundos y 2/3 cada uno. ¿Que fuente de radio natural en la galaxia podría enviar una señal con una precisión tan alta? En 1967 nadie lo sabía, y los investigadores comenzaron a sospechar la posibilidad de que el origen no fuera natural. ¿Podría ser que estuvieran recibiendo una transmisión de una civilización alienígena? Medio bromeando empezaron a referirse a la fuente como LGM, por little green men (pequeños hombres verdes).

Cuando la noticia del descubrimiento se extendió, más y más astrónomos empezaron a llegar al observatorio de Cambridge. Para satisfacer el interés creciente, Jocelyn Bell pasaba cada vez más tiempo siguiendo la extraña señal y buscando otras iguales. No estaba muy contenta: Ahí estaba yo, recuerda, intentando obtener el doctorado de una nueva técnica, y unos tontos hombrecillos verdes escogían mi antena y mi frecuencia para comunicarse con nosotros.

La señal LGM al final no tenía relación con civilizaciones alienígenas. En menos de un año se detectaron varios objetos pulsantes similares. Su origen, se aceptó ampliamente, eran estrellas de neutrotes rotando velozmente, y fueron acertadamente denominados pulsars.

Las estrellas radioactivas de neutrones son lugares poco prometedores para buscar vida inteligente. Aún así no es sorprendente que por un momento, Bell y Hewish consideraran en serio la posibilidad de que la señal fuera una transmisión de un mundo alienígena. En los años 60, después de todo, estaba en auge la Era del Espacio. En menos de una década desde el Sputnik, los astronautas y cosmonautas abrían nuevos caminos en el espacio, cada uno intentando superar al otro. Se enviaban sondas a los planetas, y la carrera a la Luna iba a alcanzar su clímax. La imaginación popular estaba saturada con la exploración espacial, con series televisivas como Star Trek y Perdidos en el espacio dominando las ondas. ¿Es sorprendente que los astrónomos se preguntaran si las señales que detectaban eran originadas por inteligencia de otros mundos?

Aun más significativo, quizás, la búsqueda de civilizaciones alienígenas se estaba convirtiendo en científicamente respetable. Gracias a un pequeño pero creciente grupo de científicos e ingenieros dedicados a buscar señales extraterrestres en los cielos, hablar de civilizaciones avanzadas en otros mundos ya no estaba reservado a las historias de ciencia ficción. La búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI) se volvía una empresa científica legítima, utilizando las tecnologías disponibles más avanzadas y apoyados por algunos de los mejores astrónomos del mundo.

Cuando Bell y Hewish consideraron el origen de la señal, no necesitaron buscar lejos : en su propio campo de la radioastronomía, SETI tenía una presencia importante y creciente. Habría sido sorprendente si no se hubieran preguntado si la señal que habían encontrado accidentalmente no podía ser la señal que sus colegas buscaban tan afanosamente. ¿Como fue esta transformación? ¿Como algo de ciencia ficción pudo volverse un asunto de ciencia real pura?

El momento del nacimiento de SETI

Es, por supuesto, muy difícil determinar la fecha exacta del nacimiento de SETI. La fascinación con otros mundos y sus habitantes es una larga historia, desde la antigüedad. Incluso la búsqueda de señales de radio del espacio se inicia con los experimentos de los pioneros en los primeros días de la radio. Pero la historia moderna de SETI tiene un claro principio. En 1959 Philip Morrison y Giuseppe Cocconi eran jóvenes físicos de la Universidad de Cornell interesados en los rayos gamma. Un día de primavera de 1959, recuerda Morrison, mi ingenioso amigo Giuseppe Cocconi vino a mi oficina e hizo una pregunta original: Los rayos gamma, preguntó, ¿No serían el mejor medio de comunicación entre las estrellas? Morrison estuvo de acuerdo que los rayos gamma funcionarían, pero sugirió que deberían considerar las posibilidades de todo el espectro electromagnético.

El resultado de esta discusión fue un breve artículo de dos páginas, publicado en la revista Nature el 19 de Septiembre de 1959. Titulado Buscando Comunicaciones interestelares, está considerado el documento fundacional del SETI moderno.

En el artículo Morrison y Cocconi admiten que es imposible estimar la probabilidad de la existencia de civilizaciones alienígenas orbitando estrellas distantes. Pero basados en el único ejemplo disponible -el de los humanos en la Tierra- argumentan que no se puede desestimar que pudieran haber muchas sociedades alienígenas tecnológicas ahí fuera. Muchas de ellas, argumentan, podrían ser mucho más antiguas que las sociedades humanas y mucho más avanzadas tecnológicamente.

Los extraterrestres, además, considerarían nuestro Sol como una estrella candidata a la formación de una civilización tecnológicamente avanzada, e intentarían contactar con ella. La pregunta principal, según Morrison y Cocconi, es ¿Que medios usarán?

Ellos consideran que las ondas electromagnéticas (ondas de radio, de luz...) son la elección evidente. Solo estas, viajando a la velocidad de la luz, pueden cruzar las fantásticas distancias necesarias sin dispersarse en algo parecido a una cantidad de tiempo práctica. Esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿En que frecuencias transmitirían los alienígenas su señal?

Las frecuencias más razonables para comunicación entre las estrella, decían Morrison y Cocconi, estaban entre 1 y 10,000 Mhz. Estas son las frecuencias en las que la atmósfera planetaria interfiere menos con las señales electromagnéticas, y donde el ruido de la radiación de nuestra galaxia es mínimo. Algunos años después se descubrió que estas eran también las frecuencias en las que era menor la interferencia con la Radiación Cósmica de Fondo, pero esto no se sabía en 1959.

Un rango de frecuencias de 10,000 Mhz es todavía demasiado amplio para realizar una búsqueda sistemática. Morrison y Cocconi aventuraron una idea que ha marcado el curso de la investigación de SETI hasta hoy: Los alienígenas, dijeron, probablemente emitirán en la frecuencia de 1420 Mhz, longitud de onda de 21 cm. Es la frecuencia de emisión del átomo del elemento más común en el universo -el hidrógeno. Esta frecuencia se sugeriría porque sería conocida para cualquier observador en el universo. Cualquier búsqueda sistemática debería empezar aquí.

Los autores hicieron entonces otra observación que ha tenido un impacto profundo en la manera en que se realizan las búsquedas SETI: una señal enviada desde el planeta en órbita de los alienígenas hacia nuestro planeta en órbita forzosamente mostrará un desplazamiento de su frecuencia original. Este es el resultado del efecto Doppler, familiar para cualquiera que haya oído el cambio del tono del silbido de un tren al pasar, del agudo al grave. Debido a que la velocidad a la que se mueven los planetas relativamente el uno del otro cambia constantemente, la frecuencia de transmisión inevitablemente variará con el tiempo. La búsqueda de una señal alienígena debería de tener en cuenta este desplazamiento, y buscar una transmisión cuya frecuencia varíe ligeramente.

Morrison y Cocconi concluyeron su artículo con un reto a los lectores escépticos. Muchos, admitieron, dirán que esta clase de especulación pertenece más a la ciencia ficción que a la ciencia. No es así: su argumento, explicaron, muestra que la presencia de una señal extraterrestre es consistente con todo lo que actualmente conocemos. Concluyeron con un reto que se ha convertido en el grito de todos los entusiastas de SETI: La probabilidad de éxito es difícil de estimar: pero si nunca buscamos, la probabilidad de éxito es cero.


http://www.espinoso.org/biblioteca/SetiHome.htm







La monja soriana sor María Jesús de Agreda




La médium azul del rey

El rey Felipe IV confió a una monja de clausura soriana la misión de que le pusiera en contacto con las almas de su esposa Isabel de Borbón y su hijo, el príncipe Baltasar Carlos. Estamos ante una de las historias de médiums más desconocidas de la Historia. Por Javier Sierra

Allí sigue. Imperturbable desde que el domingo de Pentecostés de 1665 expirara tras decir «ven, ven, ven» y extendiera sus brazos a la muerte. La última vez que vi su cuerpo fue el pasado mes de julio. No deja de sorprenderme que todavía hoy duerma incorrupto en su urna de cristal junto al altar mayor del Monasterio de la Concepción de Agreda. En esa iglesia, sola y casi olvidada, aguarda a que la Historia valore su verdadera influencia en la España de Felipe IV y a que el Vaticano la declare santa un día de éstos. Me refiero, claro está, a la monja soriana sor María Jesús de Agreda, también conocida como la dama azul.

Esta religiosa de clausura se ganó su curioso sobrenombre después de los hechos que protagonizó hacia 1623, viajando en más de 500 ocasiones a Nuevo México, Arizona y Texas. Varios documentos del Siglo de Oro atestiguan que predicó la «fe verdadera» a los indígenas de Norteamérica tiempo antes de que fueran bautizados por los primeros misioneros españoles. De hecho, las mismas fuentes afirman que sor María Jesús, en éxtasis, recorrió los 10.000 kilómetros que separaban su convento de las riberas del río Grande, en el Far West americano, gracias al don de la bilocación. Esto es, a su capacidad mística para poder estar en dos o más lugares a la vez.

En 1998, seducido por las crónicas de biógrafos como el padre Samaniego o la admiración que le profesaron Quevedo o Emilia Pardo Bazán, recorrí buena parte del suroeste de Estados Unidos para reconstruir sus vuelos. Incluso armé mi primera novela sobre los textos de aquellos evangelizadores que, atónitos, se encontraron con tribus enteras de indios que habían sido catequizadas por la misteriosa dama azul (1).

Lo que entonces no hice fue documentar la intensa relación epistolar que mantuvieron la monja azul de Agreda y el rey Felipe IV. Hoy enmendaré ese error. Si me hubiera tomado la molestia de examinar las 618 cartas que intercambiaron durante 22 años, habría descubierto que la bilocación fue, sin duda, la menor de las habilidades de sor María Jesús.

VIAJES AL PURGATORIO.

Por suerte, nunca es tarde para revisar una historia. Tras su correspondencia con el rey de Velázquez, Góngora o Calderón se escondía una mujer que también poseyó un extraño don profético. Sin salir jamás de su convento, ajena a intrigas palaciegas o conspiraciones de la corte, sor María de Agreda se anticipó a la victoria de los ejércitos de Felipe IV en Lérida, en marzo de 1644; predijo la conquista de Barcelona y su restauración a la Corona tras los disturbios del año anterior; o el sitio de Tortosa y la toma de Balaguer durante la guerra contra Francia. Pero, sobre todo, supo ganarse, carta a carta, la confianza del rey en asuntos sobrenaturales.

Todo comenzó en el verano de 1643, cuando Cataluña se había alzado en armas contra Felipe IV. El rey, sabiendo que su presencia en la zona daría moral a sus tropas, decidió desplazarse a Barcelona haciendo una breve escala en Agreda. El encuentro con aquella religiosa con fama de santidad le reconfortó. En la más pura tradición inaugurada por su padre Felipe III, encontró en ella alguien en quien confiar sus secretos. Su progenitor lo había hecho antes con otra mística de su tiempo, sor María Luisa de la Ascensión, palentina de Carrión de los Condes, que incluso convenció al monarca para que lo enterraran con los hábitos franciscanos. Como la de Agreda, la monja de Carrión fue vidente, profeta y dueña del don de la bilocación.

En el otoño de 1644, Felipe IV supo que había elegido bien a su consejera. La muerte prematura de su esposa Isabel de Borbón el jueves 6 de octubre precipitó los acontecimientos. Y es que, días antes de que la noticia llegara a la clausura, la monja tuvo una extraña visión. «Vi como si la tierra se dividiera», escribió. «Se me manifestó una profunda caverna y muy dilatada, llena de fuego». Según su testimonio, esa especie de cueva era el purgatorio. Sor María estaba segura. Lo había visto varias veces, cuando creyó haber descendido a él para consolar a sor Atilana de la Madre de Dios, una hermana de su congregación, o a algunos vecinos fallecidos de Agreda. Pero su sorpresa fue mayor cuando de aquel recinto vio emerger el alma de la reina, que le pidió limosna y ayuda. ¿Había muerto la esposa de Felipe IV?

Aún no se habían apagado los ecos de aquella visión cuando al día siguiente, domingo 9 de octubre, el correo de Madrid le entregó una carta en la que le informaban de que la reina se recuperaba favorablemente de sus dolencias. Turbada, se creyó engañada por el diablo. Pero no. La verdad era más simple: aquellos días el correo se había retrasado más de la cuenta. Una semana más tarde, la visión de sor María se confirmó... Y tras ello, se sucedieron otras nuevas. El 19 de octubre, entre las 10 y las 11 de la noche, sor María volvió a tropezarse con la reina. «Se me apareció vestida con las galas y guardainfantes que traen las damas; pero todo era de una llama de fuego», escribió. La difunta Isabel de Borbón le confió entonces un mensaje para su marido: «Y dirás al rey, cuando le vieres, que procure con toda su potestad impedir el uso de estos trajes tan profanos que en el mundo se usan; porque Dios está muy ofendido e indignado por ellos y son causa de condenación de muchas almas».

LA PROTECTORA DEL PRINCIPE.

La obsesión de Isabel por la decencia en el vestir fue compartida siempre por la madre Agreda. Ambas mujeres tuvieron mucho más en común, como su particular cruzada contra el Conde-Duque de Olivares, a quien consideraron responsable de la vida disoluta del monarca y al que lograrían, incluso, hacer caer en desgracia.

Fuera por eso o por otras causas, lo cierto es que Felipe IV creyó a pies juntillas en su relato y pidió a la monja que lo mantuviera informado de la estancia de su esposa en el purgatorio. Finalmente, el día de Difuntos del año siguiente, 2 de noviembre de 1645, sor María Jesús sorprendió a dos ángeles camino de ese limbo. Le dijeron que iban a sacar a la reina de sus padecimientos y llevarla ante Dios.

Esta situación volvería a repetirse en el otoño de 1646. En aquellas fechas, las cartas cruzadas entre el rey y la religiosa eran dos y hasta tres por semana. Felipe IV trabajaba duro en la formación del príncipe Baltasar Carlos como su sucesor. Unos meses antes, el 19 de abril, el rey se detuvo por segunda vez en Agreda para entrevistarse con la monja. Iba de camino a Pamplona, donde su heredero juraría lealtad ante las Cortes de Navarra. Sor María Jesús conoció allí a aquel jovencito de 16 años, tímido y risueño, al que el destino le tenía reservado un desenlace fatal.

En efecto: el 9 de octubre de 1646, tras contraer unas fiebres en Pamplona, murió en Zaragoza el único hijo varón del rey. Y menos de un mes después, Felipe IV, abatido, regresó por tercera y última vez al convento de sor María para pedirle un nuevo informe sobre el paradero de su hijo. La monja, que vio en aquella pérdida otro castigo a los pecados del monarca, prometió hacer lo imposible por regresar al purgatorio y buscar allí al príncipe heredero.

En un informe de varias páginas redactado en enero de 1647, la dama azul refirió a Su Majestad que fueron varias las veces que pudo parlamentar con Baltasar Carlos. «Se me apareció el alma de Su Alteza en la forma humana que tenía, pero con las penas del purgatorio que padecía», escribió. Y éste, como ya ocurriera con su difunta esposa, confió a la monja un nuevo mensaje de ultratumba: «Manifestarás a mi padre el peligro en que vive, porque está rodeado de tantos engaños, falsedades, mentiras y tinieblas de los más allegados y de otros que le sirven en diferentes ministerios».

Felipe IV superó aquel trance. Logró incluso engendrar a un nuevo heredero, Carlos II, al que el pueblo llamó El Hechizado. Su hijo no sólo heredó la Corona, sino su obsesión por la dama azul. Así, el 5 de junio de 1677, siendo ya rey, Carlos II visitó Agreda y solicitó a las monjas del Monasterio de la Concepción ver el cuerpo incorrupto de la confidente. Allí hizo lo que yo nunca he podido: besar su mano inerte y susurrarle al oído un «por ti vivo yo, madre mía».

(1) Javier Sierra. La dama azul. Ediciones Martínez Roca. Barcelona, 1998.