domingo, abril 15, 2007

¿Cannabis bajo receta médica?

Holanda ha dado un paso histórico al permitir por primera vez la dispensación bajo receta médica de la planta del cannabis. La Oficina para Uso Médico del Cannabis del Ministerio de Salud holandés empezó ayer a distribuir las primeras dosis en las farmacias, que se pondrán a la venta en cajas de cinco gramos y a un precio que oscilará entre los 40 y 55 euros. Este precio de venta es ligeramente superior al de los "coffee-shops", establecimientos para mayores de 18 años, donde en Holanda ya se vendía legalmente esta planta.

Pero este cannabis "no es para cualquiera", insistió ayer Caroline de Roos, portavoz de la Real Asociación de Farmacéuticos Holandeses. "Los médicos sólo lo prescribirán a los pacientes que no cuenten con ningún tratamiento eficaz", dijo. Entre ese grupo de enfermos el Ministerio de Salud holandés cuenta a los pacientes con esclerosis múltiple, dolencias tratadas con quimioterapia, radioterapia, enfermos con desórdenes nerviosos crónicos y a ciertos enfermos de cáncer y sida. Roos también aseguró que el farmacéutico recomendará su inhalación o infusión para evitar los efectos nocivos de la combustión de la droga, y se informará al paciente sobre las posibles interferencias con fármacos.
La decisión del Gobierno holandés se produce mientras países como Gran Bretaña, Canadá, Austria y Estados Unidos han apostado por la utilización de preparados farmacológicos que utilizan el cannabis como principio activo. En la actualidad, existen dos fármacos comercializados -no en España- que cuentan con THC y nabilona, un componente del hachís y su derivado. La mayoría de los ensayos intentan demostrar la eficacia en diversas enfermedades con extractos de la planta y derivados sintéticos que ofrezcan a los enfermos los beneficios del cannabis, pero sin sus efectos psicotrópicos.

Difícil aplicación en España

La iniciativa holandesa fue aplaudida por partidos políticos españoles como CiU. La portavoz del Grupo Catalán en la Comisión de Sanidad del Congreso, Zoila Riera, pidió al Gobierno que tenga "sentido común" y estudie la aplicación terapéutica del cannabis.

Sin embargo, la iniciativa no ha tenido tanto eco entre los expertos españoles. Médicos y científicos consultados consideran la medida positiva por tratarse de una experiencia controlada, "pero de difícil aplicación en nuestro país". "En España, no existe un ambiente propicio, como en Holanda. Una medida similar provocaría un escándalo, aunque se prescribiera en farmacias y bajo receta médica", comenta Antonio Antón, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica.

Para este oncólogo sería diferente contar con un preparado farmacológico, con el cannabis como principio activo: "Tenemos cócteles de fármacos que intentan combatir el dolor, las náuseas, la falta de apetito y la ansiedad que padecen los enfermos oncológicos. Pero algunos pacientes no reaccionan al tratamiento y podrían mejorar su calidad de vida si tuviéramos un solo preparado que ayudara a mejorar todos esos síntomas, como parece que logra el cannabis".
Según Antón, los enfermos empiezan a consultar sobre los beneficios del cannabis y la única recomendación que se hace desde las consultas es que procuren prepararlo como infusión, sin fumarlo, para evitar los daños de la combustión. "Es una solución de apoyo para situaciones límite", precisa.

Ajustar la dosis

Uno de los fallos del programa holandés que critican los expertos españoles es que la dispensación de la planta no permite al médico ajustar las dosis, como sucede con un medicamento. "Si se fuma o se toma en infusión es difícil regular las concentraciones que se toman", asegura José Antonio Ramos Atance, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid.

Este científico investiga en la actualidad cómo actúan los cannabinoides en el sistema cannabinoide endógeno en relación a enfermedades neurológicas como el Parkinson, la esclerosis múltiple y el Alzheimer. A su juicio, que los compuestos del cannabis puedan ser eficaces desde el punto de vista terapéutico "no dice nada a favor de que se deba fumar". "Quienes investigamos aplicaciones médicas de la droga estamos convencidos de que en el caso de que se demostrara que fumar cannabis fuera eficaz, sólo se debería permitir en casos terminales", afirma.
Rafael Arroyo, coordinador de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Clínico Universitario San Carlos (Madrid), cree que "nadie puede oponerse a un tratamiento que podría reducir la espasticidad de los enfermos y mejorar su calidad de vida". "Pero comprar el cannabis en planta, sin poder ajustar las dosis es una forma poco adecuada de utilizarlo". Según el doctor Arroyo, el próximo congreso mundial de esclerosis múltiple que se celebra este mes aportará nuevos datos sobre los efectos reales del cannabis.

Para saber más:

http://www.cannabis-med.org/spanish/home.htm

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