Tras el salto cualitativo que supuso Viagra y otros fármacos similares para los varones que sufrían impotencia, a partir de hoy está disponible en el mercado farmacéutico de toda España otro medicamento que promete cambiar de forma sustancial y positiva la salud sexual de los españoles. Hablamos de Priligy (la dapoxetina es su principio activo), el primer y único medicamento oral contra la eyaculación precoz (EP).
El nuevo fármaco ha demostrado su eficacia en varones de 18 a 65 años con esta disfunción sexual, al aumentar el tiempo y el control de la eyaculación. A partir de ahora, los hombres que sufren de eyaculación prematura en el goce amatorio pueden reducir su angustia, preocupación y frustración, algo que no les afecta únicamente a ellos, toda vez que, como es lógico, afecta en gran medida a la relación de pareja.
La comercialización de este fármaco -que se expenderá en envases de tres comprimidos con dosis de 30 ó 60 miligramos- supondrá un beneficioso revulsivo para entre el 30% y el 40% de los hombres que padece este trastorno sexual en algún momento de su vida y que, en no pocas ocasiones, «origina la ruptura de la pareja», tal como admitió la doctora Ana Puigvert, presidenta de la Asociación Española de Andrología y Medicina Sexual. Y es que, según la experta, la disfunción eréctil no provoca tantas separaciones traumáticas, ya que existe, por la otra parte, «una actitud más compasiva», mientras que en la eyaculación precoz se vive «una situación más dolorosa y frustrante».
La adquisición de Priligy necesita prescripción médica y se venderá con receta. Como en el caso de Viagra, no está financiado públicamente por el Sistema Nacional de Salud. El precio de cada comprimido de 30 mg. es de 11,8 euros y se presenta en un envase de tres pastillas con un coste total de 35,50 euros (PVP+IVA). Si los comprimidos son de 60 mg., el coste de cada uno asciende a 15 euros. Tras su aprobación por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), España se convierte en el sexto país de la UE que comercializa este fármaco.
La EP -el trastorno sexual más común entre los varones-, subrayó Puigvert, puede ser primaria, cuando se produce desde el primer contacto sexual y se mantiene en el tiempo; o secundaria, cuando se desarrolla en algún momento a lo largo de la vida. En puridad, se trata de un problema médico que se caracteriza porque el hombre eyacula poco después de la penetración, o incluso antes de que ésta se produzca, y por una falta de control de la misma.
Según la International Society of Sexual Medicine (ISSM), se puede considerar precoz la eyaculación que tiene lugar «un minuto o menos después de la penetración del pene en la vagina». Los 'prematuros', a veces «no notan ni el orgasmo», dijo la doctora, por lo que puede darse la eyaculación sin que exista disfrute sexual.
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