El enigma de los pioneros del Everest
Uno de los mayores enigmas de la historia es dilucidar quiénes fueron los primeros escaladores en llegar a la cima del Everest. Oficialmente se reconocen a Norgay y Hillary, quienes lo hicieron en 1953. Sin embargo, el misterio radica en la fatídica expedición de 1924 realizada por los legendarios George Mallory e Andrew Irvine, quienes de haberlo logrado, serían artífices de una reescritura en los libros de historia.
La leyenda y legado de Mallory llegó a límites inimaginables en el mundo de los escaladores y aventureros. No sólo fue uno de los primeros en adentrarse en algunas de las montañas más peligrosas y desafiantes del mundo. Sino que además lo hacía con un equipo tan básico y primitivo que varias de sus hazañas fueron imposibles de replicar posteriormente. Es por esto que durante muchas décadas escaladores de todo el mundo se adentraron en las cavernas y cornisas del Everest con el único fin de hallar el cuerpo de Mallory y el de su compañero de cordada, Irvine. Quizás con la esperanza de dilucidar el gran misterio. Sin embargo, sería sólo 75 años más tarde, en 1999, que el cuerpo de Mallory aparecería, a solo 521 metros de la cima. E irónicamente, el misterio, más allá de resolverse, se volvió aun más nebuloso.
Esta sería su tercer expedición, las dos primeras fueron en 1921 y 1922, e intentarían ascender por la cara noreste del monte. Una verdadera aventura inmensurable. Alejados de los equipos técnológicos de hoy en día, ellos contaban sólo con voluminosas chaquetas de lana, pesados bolsos de cuero e instrumental tan básico como poco confiable. Si bien Irvine era un joven audaz de 22 años, Mallory con sus 38, era un experimentado alpinista que había subido montañas en todos los continentes y climas.
La expedición era una prioridad nacional para el gobierno Británico, y a ella mandaron a sus mejores alpinistas. Tras rescatar a unos sherpas atrapados en un temporal dividirían las cordadas y partirían con distintos planes de ascenso. Mallory, que sabía que por su edad este era su último intento, anotaría crípticamente en su diario: “La suerte está echada. De nuevo por última vez avanzamos por el glaciar de Rongbuk en pos de la victoria o de la derrota final”
Partirían el 7 de junio, y su último campamento el C6, a 8160 metros. Allí cenarían sardinas con té, y tras preparar su equipo y verificar los pesados tanques de oxigeno, continuarían con su expedición. Nunca se supo más nada de ellos.
El gran misterio
El hallazgo del cuerpo bien conservado de Mallory en 1999 gracias a la expedición de Eric Simonson trajo más interrogantes que respuestas. Mallory se encontraba de boca abajo, y con grandes heridas, sobretodo una fractura de tibia. Desafortunadamente, no hallaron la cámara de fotos, la cual según se cree permanece con el cuerpo de Irvine en algún rincón del Everest, con la cual se podría buscar una foto de la cima -prueba que requerían al descender- y así terminar con el misterio.
Puntos que indican la posibilidad de haber llegado:
- Entre lo primero que se buscó estaba la fotografía que llevaba consigo de su esposa. Imagen que había prometido depositar en la cima si es que llegaba. No obstante, la fotografía no estaba en su cuerpo, lo que da dos posibilidades: La perdió en el viaje, algo muy difícil ya que la mantenía en el compartimiento reforzado de su chaqueta; o llegó a la cima y la depositó según su promesa.
- Mallory no llevaba puestas sus gafas para el sol, elemento que, a causa de una anterior ceguera de las nieves, utilizaba siempre cuando se encontraba ascendiendo a gran altura, pero no así cuando descendía.
- Otro compañero de expedición, Noel Odell, aseguró, en un momento de claridad atmosférica, haberlos visto sortear con éxito el segundo paso a las 12:50 PM.
- La expedición de 1933 halló una de sus hachas a 8460 metros, en un risco de fácil acceso que estaba marcado en su plan de ascenso -y más cerca de la cima que el mismo cadaver de Mallory-.
- Un complejo estudio de las marcas de oxidación del reloj de Mallory intenta señalar la hora exacta del accidente a las 1:25 y 1:55. Que de no ser de la mañana y corresponder a la tarde, indicarían que estaban descendiendo y no ascendiendo. Así mismo, esta hora de descenso tendría sentido con la hora en que fueron vistos por Odell.
Argumentos en contra
- Son muchos los argumentos en contra, sobretodo la imposibilidad de haber sorteado el segundo y más dificultoso paso cargando un equipo de oxígeno de 15 kilos, sin pitones y cuerdas delgadas de seda.
- Odell si bien en un primer momento había asegurado vistos haberlos sortear el segundo paso, luego se retractó y dijo no estar del todo seguro.
- Reinhold Messner, el mayor experto en la cara noreste, y el primero en haber ascendido a la cima sin apoyo de oxígeno, tras un extensivo análisis ha declarado la hazaña como imposible.
Haya sido cual haya sido, el resultado final aun permanece envuelto en el misterio.
Fuente:
http://www.anfrix.com/?p=840
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