Descripción
Se trataba de una caja o arca que contenía las dos tablas (los Mandamientos) que, según la Biblia, fueron escritas por Dios mismo y entregadas a Moisés en el Monte Sinaí, la vara florida de Aarón y un vaso de maná. Se guardaba en el Templo de Jerusalén y se llevaba al frente de batalla cada vez que había una guerra. El Arca simboliza la unión de Diós con el pueblo, a ello debe su nombre. Se cree que desapareció con la destrucción del templo de Jerusalén.
Según se detalla en la Biblia, el Arca estaba hecha de madera de acacia negra, revestida por dentro y por fuera con láminas de oro puro. Medía 2,5 codos de longitud y 1,5 de ancho y alto, o sea 1,31 m de largo por 0,78 m de alto y ancho. Una guirnalda de oro la rodeaba en su parte superior. A ambos lados llevaba fijos cuatro anillos de oro a través de los cuales se insertaban dos pértigas de acacia recubiertas también de oro. Sobre la tapa del cofre o propiciatorio descansaban dos querubines, igualmente dorados.
Los querubines eran dos figuras aladas que bien podrían ser, según ciertas teorías, figuras humanas con la cabeza cubierta, pero con brazos alados o bien según otra doctrina tendrían apariencia zoomórfica, tal vez parecida a las figuras descritas en la Biblia tras la visión de Ezequiel (Ezequiel, 1.6.7 y 10) o bien como los toros alados asirios de Nínive o Kirubi. Fuera cual fuera la forma que tuviesen, distan mucho del querubín angelical ofrecido por la Iglesia Católica. Estos querubines extendían las alas con tendencia a tocarse las puntas de modo que el espacio que quedaba entre las figuras y el propiciatorio forma un triángulo sagrado. Ese espacio abierto se llamaba oráculo mediante el cual se comunicaba Yaveh (Dios).
El Arca estaba situada en el sancta sanctorum o lugar más sagrado del tabernáculo o del Templo. Su utilidad fue variada, pues esta no sólo estaba destinada a contener elementos sagrados como el decálogo, el gomor de maná y la vara de Aarón, sino que además fue un arma capaz de proteger al pueblo elegido, siendo brazo ejecutor de los castigos de Dios. Los significados del Arca iban más allá de lo simbólico: tener el Arca era tener a Dios.
El arcaico y arcano cofre era una manifestación física de la presencia de Dios y fue un medio eficaz para mantener a los judíos lejos de la idolatría. Se recurría a su auxilio en tiempos de guerra, concretamente en la conquista de Canaán. Según la Biblia, las murallas de Jericó se derrumbaron gracias al Arca, y de esa manera los israelitas la pudieron conquistar.
Su transporte y cuidado estaba reservado a la Tribu de los los levitas. Ella abría la marcha durante los años de expedición por el desierto y estaba siempre a la cabeza del pueblo (salvo excepciones).
Al plantar el tabernáculo un velo la separaba del santuario, y al levantar la marcha, los levitas la envolvían en aquel velo (posiblemente el tentorium): Todo iba envuelto en una piel teñida de azul y en otra de color jacinto.
Actualmente los judíos tienen en sus sinagogas un cofre donde guardan la Torá y el cual representa el Arca de la Alianza, habitáculo que alberga la palabra de Dios y que para los cristianos católicos romanos se simboliza místicamente a través de la Virgen María.
Historia
La Biblia indica que el arca fue usada en la conquista de Canaán; con la cual Josué consiguió abrirse paso en las aguas del Jordán al contacto de éstas con el Arca y durante siete días fue paseada en torno de Jericó, que cayó luego en poder de dicho caudillo.
El arca fue fijada en Silo. Más tarde los filisteos la tomaron en la guerra que mantenían contra los hebreos. En poder de aquellos estuvo unos meses, puesto que durante ese tiempo se indica que sólo causó estragos, muertes y tumores. Debido a ello, los filisteos horrorizados habrían dejado que el Arca fuese sola en un carro tirado por dos vacas. Después los animales pararon en Bethsames: varios habitantes de aquel lugar murieron por el trato poco reverente que dieron al objeto sagrado.
De allí fue trasladada a Gabaá. Luego Saúl la habría utilizado en la campaña contra los filisteos. Posteriormente David con un acompañamiento solemne la habría trasladado a Sión, sin embargo de camino a Sión habría ocurrido un accidente: Oza, un encargado del Arca, quiso sostenerla en un momento de bamboleo y cayó muerto de repente, David atemorizado la dejó durante 3 meses en casa de Obededom. Seguidamente desde Sión, la reliquia fue instalada en el templo de Salomón en tiempos de su reinado.
Tras la destrucción del templo de Salomón, el arca desapareció.
Ubicación actual del arca
Actualmente existen diversas teorías sobre la ubicación actual del arca de la alianza. Entre ellas destacariamos las dos más conocidas:
Oculta en Jordania
Esa teoría se basa en una carta enviada por los judíos de Jerusalén a los de Egipto (Macabeos, cap II, libro II), que indican su ocultamiento por el profeta Jeremías en una cueva del monte Nebó.
En este sentido, cabe mencionar que a partir de esta ubicación, existen numerosas teorías o historias "no probadas" y sin un fundamento serio, que postulan que posiblemente habría sido encontrada, e incluso posiblemente llevada a algún otro lugar; el cual depende de la versión de cada teoría o historia.
Guardada en una iglesia de Etiopía
En 1989, un periodista británico, Graham Hancock, aseguró que la legendaria Arca Perdida no se encontraba perdida sino a salvo, en un templo de Etiopía. Posteriormente han aparecido pruebas arqueológicas que han sustentado esta teoría. Esta teoría se basa en relatos pertenecientes a la iglesia cristiana Copta en etiopía, que indican que el arca de la alianza habría sido trasladada secretamente hacía más de 1000 años.
Capilla de las Tablas en la Iglesia de Nuestra Señora de Sión, que alberga, según la tradición de Etiopía, el Arca de la Alianza.
Capilla de las Tablas en la Iglesia de Nuestra Señora de Sión, que alberga, según la tradición de Etiopía, el Arca de la Alianza.
Cuenta la Biblia que en tiempos de Salomón, la Reina de Saba visitó Jerusalén atraída por la sabiduría de su Rey. La Reina de Saba comenzó a ejercer una irresistible atracción sobre el hijo de David, quien pese a sus riquezas e inteligencia no lograba seducir a la bella soberana. Llegaba la hora de su partida a Saba y Salomón consiguió arrancarle una promesa: que en el caso de que se llevase consigo algún bien preciado del reino, consentiría a cambio yacer con él una sola noche. La víspera del viaje, Salomón ofreció a su invitada una cena de exquisitos manjares. Astutamente ordenó que se sazonaran con abundante sal y picantes especias. Tras los postres, la reina tuvo que beber abundante agua para calmar la sed. ¡Qué bien es el más preciado sino el agua! Rota la promesa, la reina de Saba cumplió y de aquella única unión nació Menelik I, futuro rey de Etiopía. Relatos indican que años más tarde el joven Menelik fue enviado para recibir educación a casa de su padre en Jerusalén. Pocos años después, a pesar de los esfuerzos de Salomón para que su hijo se quedara, Menelik regresó a Etiopía. La tradición cuenta que, seducido por sus ayudantes, se llevó consigo el Arca (Algunas teorías postulan que para poder llevarse el arca existió un posible cambio del arca original por el de una copia del arca que Menelik debía llevarse; siendo posiblemente que esa copia, sea el arca que se dice fue ocultada en Jordania. Otras teorías en cambio postulan la posible existencia de dos arcas originales o que tenían la misma importancia, en donde en cada una se guardo posiblemente una de las Tablas de la Ley; siendo una de ellas la que fue llevada a Etiopía).
Posteriormentre los relatos indican que permaneció primeramente en un templo en la isla de Elefantina cerca del río Nilo. Luego se relata como el Arca de la Alianza habría sido colocada en una especie de tabernáculo en la isla de Tana Cherkos (Tana Kirkos), ubicada en el lago Tana (lago Tano); donde permaneció durante 800 años.
Los relatos indican que pasado estos 800 años, el rey Ezana de Etiopía decidió trasladar el arca a Axum, siendo finalmente guardada en la Iglesia de Nuestra Señora de Sión. Según los etíopes, es el lugar en donde hasta hoy en día aún permanece y es cuidada por un sacerdote. Este sacerdote, según sus tradiciones, sería un descendiente de uno de los levitas, quienes ayudaban a trasladar y cuidar el arca en sus viajes. Este sacerdote es la única persona a quien se le permite ver el arca de la alianza guardada en la iglesia de Nuestra Señora de Sión, al igual que ocurría con los levitas según la tradición judía; es por ello que no se ha podido ratificar su permanencia real en esta iglesia, aunque todas las pruebas arqueológicas indicarían que esta teoría sería auténtica. Entre las variadas pruebas arqueológicas, hay reliquias pertenecientes al pueblo judío de la época del arca, y que pertenecerían al templo de Jerusalén.
Esta última teoría además se sustenta en que extrañamente el Arca es el punto central del culto y la adoración cristiana en Etiopía: cada uno de los 20.000 Templos de Etiopía contiene un réplica del Arca de la Alianza.
1 comentario:
El Arca nunca salió de su emplazamiento original. Sigue en su Sanctasantorum, en su colina primordial, que alberga un cráter donde se inició la historia, y el km 0 de la humanidad en cada era de repoblación.
Una colina que supone el centro del Paraíso Bíblico, con su Ciudad Eterna
sobre la misma, entre los viejos Éufrates y Tigris.
Al final del tiempo reaparece, gracias a un curioso y enigmático facsímil del s. XV llegado a mis manos, que pone patas arriba a la historia y sus relatores en todas sus vertientes.
No lo digo yo. Está escrito y encriptado en el libro, basado en los escritos originales desde el principio de los tiempos,y hallados en su biblioteca-archivo-histórico-universal, en la cuna de la vida.
Os invito a comprobarlo y verificar los detalles tal y como lo describe el Génesis.
Las pruebas y los medios están al alcance de todos.
Vía satélite, debéis efocar al norte de la provincia de Cáceres, en España, donde muere el valle del Jerte y el Sistema Central, que lo hacen dentro de un cráter en forma de cometa, cuerpo que inició el milagro de la vida.
Cuatro ríos que riegan el Jardín y se unifican a la salida del mismo,
y reencontrados en los actuales Alagón(Tigris),Árrago(Éufrates),Jerte como Pisón y Jordán, y Rivera de Gata como Guijón. Y entre el Tigris y el Éufrates, La Ciudad Eterna en la actual Coria, tras muchos nombres históricos.
El posible emplazamiento del Arca, también está localizado, a la espera de alguna iniciativa.
Me embarco en una ventana web, que va a levantar polvo y polémica, por lo que supone, pero voy a continuar hasta donde se me permita.(La investigación de éste y otros enigmas desvelados, ha resultado una autentica odisea).
En breve estará a vuestra disposición www.lascosasdechurruca.com, que promete no dejar indiferente a nadie.
Saludos y hasta pronto.
Vidalchu.
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