Las diferencias entre el hombre y el mono parecen ser cada vez más estrechas. Además de que compartimos el 99,4% del material genético con los simios, ahora hay más razones para decir que somos más cercanos: poseen capacidades matemáticas, reconocen rostros y tienen registro de gritos distintos según el lugar en el que viven.
De que nos parecemos, nos parecemos. No hay duda: compartimos el 99,4% del material genético con ellos. Y cada día se descubren más razones para que sintamos que los seres humanos estamos muy cerca de los simios. He aquí el nuevo descubrimiento: ¡los monos también poseen capacidades matemáticas!... ¿suman, restan, multiplican o dividen?
Sucede que - según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Tubinga (Alemania) - el cerebro de los primates puede trabajar con cantidades numéricas y podría ser capaz de realizar pequeñas operaciones matemáticas.
En los experimentos, realizados con monos entrenados, se pudo observar que los cerebros de estos animales pueden procesar cantidades numéricas y que son capaces de distinguir estímulos basados en información numérica, tales como el número de puntos (en una pantalla).
Los científicos que llevaron a cabo la investigación creen que la habilidad matemática está basada en parte en nuestra habilidad no lingüística de evaluar el tamaño de las diferentes cantidades numéricas.
¿En qué consistieron los experimentos?... A estos animalitos se les mostraron diferentes números de puntos en la pantalla de un computador, los cuales aumentaban, disminuían o permanecían idénticos. Si esto último sucedía, el mono debía accionar una palanca y recibía una recompensa.
Durante los experimentos, que fueron grabados por medio de electrodos cerebrales, se pudo seguir la actividad neuronal del animal y ver qué células son las que se mostraban más activas y las que eran responsables de procesar la información numérica.
Los descubrimientos de los investigadores arrojaron que estos animales, al igual que el ser humano, pueden evaluar cantidades, siendo capaces de diferenciar mejor grupos de puntos que están más alejados entre sí. Nosotros 'podemos distinguir 5 y 9 más fácilmente que 5 y 6 (puntos).
Lo mismo los monos.
Polémica en España por la propuesta de otorgarles "derechos humanos" a los monos
En España, un grupo de legisladores propuso reconocerles a los grandes simios - chimpancés, orangutanes y gorilas - su derecho a la vida, a la libertad y a no ser torturados o esclavizados.
Se basan, justamente, en que comparten el 99,4% del material genético con los hombres, lo cual los hace “más protegibles”.
En la práctica, eso significaría la prohibición de que los grandes simios sean utilizados en experimentos científicos, en espectáculos como el circo, o que sigan encerrados en jaulas de zoológicos, respetándolos a ellos y su hábitat.
La propuesta generó muchas críticas por parte del mundo político. Unos opinan que hace caer en el ridículo al gobierno y que no se puede hacer el ridículo para hacerse el progresista. Otros dicen que si actualmente los derechos humanos no se les reconocen ni a los seres humanos, menos se le podrían reconocer a los simios.
Pero eso no es todo, porque las diferencias entre el hombre y el mono parecen ser cada vez más estrechas. Además de sus capacidades matemáticas, otro estudio - presentado por la revista Nature - demostró que los simios ¡también pueden reconocer rostros!... y lo hacen igual que los seres humanos.
Y es que al parecer, sus cerebros son capaces de hacer "ajustes" que les permiten detectar diferencias entre rostros.
El descubrimiento fue realizado por David Leopold, del Laboratorio de Neuropsicología, del Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos, y científicos del Instituto Max Planck de Cibernética Biológica, de Alemania, y un instituto de la Academia Rusa de Ciencias.
Se partió considerando que los monos, como los humanos, poseen "células de la cara" en la corteza inferotemporal del cerebro.
Esas células nerviosas son estimuladas en respuesta a la imagen visual de un rostro, aunque no esta claro cómo se produce ese proceso exactamente.
El equipo de científicos demostró que las células están preparadas para reconocer caras "neutrales", y que exhiben la mayor respuesta a pequeñas desviaciones de esta norma interna. Los monos reconocen cada cara al compararla con un promedio "guardado" en sus cerebros.
Para hacer el estudio, los investigadores experimentaron con dos monos macacos (Macaca mulatta), muy adaptables y con conocimientos variados, que habían sido entrenados para reconocer cuatro rostros humanos generados por computadora. Les mostraron imágenes que eran deformaciones de los 4 rostros.
Dos microelectrodos fueron implantados en los cerebros de los dos animales. Así se pudo medir la actividad neuronal y el tiempo que los animales tardaban en reconocer los rostros. Cuando las imágenes eran más parecidas a los rostros familiares, los monos tardaban menos.
Los resultados sugieren que los monos poseen las "células" del reconocimiento que los ayudan a reconocer personas o, incluso, reconocer signos de emoción o intenciones en los demás.
De acuerdo a los científicos, el hallazgo trató de comprender cómo podemos reconocer rápidamente caras individuales, teniendo en cuenta que los componentes estructurales básicos de las caras (dentro de un tipo etnia) son esencialmente similares. Y se logra porque somos sensibles a las pequeñas diferencias en la forma y en la configuración de las caras.
Según los entendidos, esto puede servir para entender un desorden que consiste en la dificultad para reconocer caras. También puede ser útil para mejorar los programas informáticos que reconocen caras para la seguridad en la entradas de edificios.
Conozcamos a los monos:
Pertenecen al mundo de los primates. Están adaptados principalmente para vivir en bosques tropicales y, en menor medida, en zonas abiertas como las sabanas. En el mundo existen 13 familias y 236 especies. Algunos se movilizan colgándose de los árboles, otros balanceándose con sus brazos, y otros simplemente caminan.
Su cuerpo está cubierto de pelos y la cantidad de estos depende de la especie. Por ejemplo, el "mono lanudo" tiene un pelaje muy abundante como lana, de ahí su nombre.
Tienen 4 patas con 5 dedos. Tienen los ojos frontales y generalmente grandes, adaptados para la visión estereoscópica. Algunos de ellos tienen una cola “prensil “, es decir, la utilizan para colgarse de los árboles como una quinta pata (como el "Mono Araña" y el "Mono Capuchino").
Los monos se alimentan principalmente de frutos, hojas y vegetales, y algunos comen también insectos, arañas y pequeños animales.
Se reproducen por crías vivas y generalmente tienen un solo hijo, aunque pueden también tener 2 o 3. Poseen un par de mamas axiliares y sus crías son mantenidas bajo un período de aprendizaje por largo tiempo. El tiempo de embarazo varía de acuerdo a la especie. El mono tití, por ejemplo, tiene un embarazo de 4 a 5 meses, mientras que el orangután tiene un embarazo de aproximadamente ocho meses.
Algunos monos se movilizan colgándose de los árboles (monos arbóreos); otros balanceándose con sus brazos, como el Gibón, y otros terrestres caminan, como el gorila y el orangután.
Los monos se defienden emitiendo chillidos y gritos para asustar a sus depredadores y también levantándose en 2 patas y golpeando el suelo o tirando objetos. Otros usan su gran agilidad para escapar por los árboles.
A nuestros parientes más cercanos los podemos reconocer por sus sonidos característicos, ya sean gritos, chillidos, sonidos guturales e, incluso, aullidos.
Pero así como argentinos, peruanos, españoles y chilenos hablamos distinto "español", se ha descubierto que los monos tienen registro de gritos distintos según el lugar en el que viven.
Según una investigación realizada por científicos japoneses a principios de este año, los monos poseen diferentes tonalidades de voz, es decir, distintos acentos en la misma especie de monos, según sean de una región geográfica o de otra.
De acuerdo al estudio, estas diferencias de voz no tienen un origen genético, por lo que cada grupo adopta su propio acento dependiendo de su medio.
Dependiendo de la especie los monos viven entre 20 y 60 años.
El mono más pequeño es el tití pigmeo que mide sólo 15 centímetros incluida la cola. El más grande es el gorila, que puede llegar a medir 2 metros y pesar 200 kilos. El mamífero más grande que vive en los árboles es el orangután, que mide un metro y 40 centímetros, aproximadamente.
El mono más inteligente es el chimpancé, capaz de utilizar objetos como herramientas, de usar hojas como cucharas para beber agua o protegerse de la lluvia, u ocupar piedras para abrir nueces. Viven en comunidad, se abrazan, se hacen cosquillas, forman familias, se protegen y se cuidan.
http://www.entelchile.net/familia/animales/monos_matematicas/monos.htm
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